Cuando alguien se enamora, lo hace de ese hombre o mujer con el que quiere compartir su vida para siempre... en el mejor de los casos. Sin embargo, casarse con alguien implica aceptar en mayor o menor medida a esos parientes que estarán muy cerca o muy lejos, según la distancia geográfica y la vinculación que exista entre ellos.
Meghan Markle sabía cuando conoció al Príncipe Harry que si se enamoraba de él, tendría que dejar su trabajo como actriz, sus dos países, el de nacimiento, Estados Unidos, y Canadá, donde desempeñaba su profesión, para mudarse a Reino Unido y representar a la Corona en actos oficiales. La parte positiva es que podría dedicarse a la filantropía, aunque siempre supervisada por la Casa Real Británica. Su margen de maniobra es limitado, y sus opiniones políticas jamás pueden volver a ser públicas. Además, tiene que tener muy cerca a los parientes del Príncipe Harry, y les va a tener que ver mucho, aunque a unos más que otros...
Sin embargo, aunque tengan lo suyo, sin Lady Di, con las cosas calmadas entre la Reina Isabel y Camilla Parker y con el resto de matrimonios bien avenidos, no le esperan grandes conflictos, al menos por el momento. Sin embargo, en el caso de los Markle, el drama es mucho más evidente, y desde que se conoció la relación entre el Príncipe Harry y Meghan Markle, la mayor parte de sus parientes se han convertido en una auténtica pesadilla, protagonizado un culebrón que no parece tener fin.
Su madre, su gran apoyo
Rachel Meghan Markle nació el 4 de agosto de 1981 en Los Angeles fruto de la relación entre Thomas W. Markle y Doria Ragland. La pareja se conoció en el set de la serie 'Hospital General', donde él trabajaba como iluminador televisivo y ella como maquilladora. Estuvieron juntos hasta que en 1988 separaron sus caminos. Previamente, Thomas Markle había estado casado con Roslyn Markle, con la que tuvo a Samantha y a Thomas Junior.
La actriz ha mantenido siempre una relación muy cercana con su madre, la mujer a la que más quiere en el mundo. Han vivido muchos años separadas, ya que mientras Doria Ragland, reconvertida en instructora de yoga y trabajadora social, reside en California, la serie 'Suits' llevó entre 2011 y 2017 a Meghan Markle a vivir en Toronto, pero siempre han estado unidas. Distancia aparte, se llevan a la perfección y son esa clase de madre que también puede ser una buena amiga, aunque siempre teniendo claro los límites.
El Príncipe Harry ha confesado que su suegra es increíble y está encantado de tenerla cerca siempre que quiera viajar a Reino Unido para estar con su hija, algo que Meghan Markle valora y agradece. Doria Ragland es la gran aliada de la que fuera actriz, y además todo un apoyo para sobrellevar el panorama de familia paterna que le ha tocado en gracia.
Un padre querido... aunque en la distancia
Con su padre se lleva bien, aunque no tan bien como con su madre, de hecho se ven muy poco. En busca de una nueva vida, Thomas Markle se retiró a vivir a Rosarito, México, donde vive prácticamente recluido y ha estado muy tranquilo hasta que se conoció que su hija estaba con Enrique de Gales, momento en el que empezó a ser perseguido por la prensa. Se dice que ha estado en bancarrota y que ha pasado por momentos muy duros, agravados además por dolencias cardiacas que le han llevado a pasar por el hospital.
Padre e hija se quieren, y de hecho iba a ser él quien llevase al altar a Meghan Markle el 19 de mayo de 2018 en Windsor Castle, pero al final no ha podido ser. Días antes del enlace aparecieron unas fotos de Tom Markle tomándose medidas para un traje, el de la boda se suponía, mirando imágenes de su hija y su yerno en un ordenador de un cibercafé y leyendo una revista sobre Reino Unido. Poco después se conoció que las fotos habían sido pactadas con un paparazzi, con el consiguiente escándalo, ya que cobró por ellas. Se dijo que no iba a ir a la boda, y así es, pero no ha sido por eso sino por sus problemas de salud.
El exiluminador sufrió un infarto que le llevó a ser ingresado y operado, por lo que se ha visto obligado a quedarse en México. Tanto bombo se ha dado al asunto que incluso Meghan Markle ha tenido que enviar un comunicado desde Kensington Palace dos días antes de la boda, y por tanto no perteneciendo todavía a la Familia Real Británica, para anunciar que efectivamente su padre no estará en la boda, pero que ella siempre se ha preocupado por su progenitor y desea que se recupere, para lo cual necesita tiempo y tranquilidad.
Samantha Markle, la hermana aprovechada
Todo esto asunto entronca con los hermanos, que son la verdadera pesadilla de Meghan Markle. Samantha Grant, apellido que tomó al casarse, ha sido un azote para la que fuera actriz de 'Suits' desde que salió a la luz su relación con el Príncipe Harry. Empezó criticando a la Familia Real por haber excluido a su medio hermana de la boda de Pippa Middleton y James Matthews en mayo de 2017. Lo cierto es que la estadounidense acudió a la segunda fiesta, y para ello el Príncipe Harry se ausentó y fue con su coche a por ella. No hubo más drama, pero Samantha Markle intentó meter cizaña.
Después pasó por distintos estados, alabando y criticando a Meghan Markle según le convenía. No se hizo famosa en su momento por su intento de triunfar en el mundo del espectáculo, pero sí lo ha conseguido concediendo numerosas entrevistas televisivas que le han reportado una jugosa cantidad de dinero indeterminada. Desde su casa de Florida, ya que está en una silla de ruedas a causa de una esclerosis múltiple que sufre desde 2008, ha ido envenenando su relación con Meghan Markle, o lo que quedaba de ella, que era poco, acusándole principalmente de tenerlo todo estudiado desde hace tiempo, de ser fría, calculadora y de no ayudar a su padre cuando tuvo problemas mientras no ha tenido reparos en gastar dinero a espuertas.
Ambas tuvieron relación durante muchos años, y de hecho cuando Samantha Grant se graduó en 2008, allí estuvo Meghan Markle. De todos modos, algo tuvo que ocurrir, porque c uando en 2011 la exactriz se casó con el productor Trevor Engelson, no le invitó. La razón es que como fue en una playa de Jamaica, no debía ser demasiado práctico ir con una silla de ruedas, o al menos eso ha explicado Samantha Markle al hablar de la primera boda de su medio hermana. Además, envió una carta en la que pedía al Príncipe Harry que madurara, llamaba falsa a su hermana y comentaba que no entendía por qué no le invitaban a la boda y que su decisión estaba haciendo daño a los Markle, entre otras perlas.
Esta mujer ha comentado que su medio hermana no va a poder cerrarle la boca, al menos en Estados Unidos, aunque ya sería tarde, porque todo lo que tenía que decir, ya lo ha dicho; de hecho, es toda una celebrity, tanto que los paparazzi le persiguen. Días antes de la boda, y por si no podían pasar más cosas, esta señora sufrió un accidente cuando iba con su novio Mark. Un fotógrafo se puso delante para hacerles una foto, por lo que el conductor dio un volantazo con tan mala fortuna que estrelló el coche contra un bloque de cemento. ¿El resultado? Samantha Grant terminó hospitalizada con lesiones en la rodilla y el tobillo. Para colmo, confesó que las fotos de su padre pactadas con el paparazzi fueron idea suya para mejorar su imagen. Una gran idea, sí...
Tom Markle y su carta
Samantha Markle ha hecho mucho por llevarse mal con Thomas Markle Junior, pero ese tampoco le va a la zaga. Aunque su relación con Meghan Markle era un poco mejor que la de esta con Samantha, han terminado también mal, muy mal. Al conocerse el compromiso entre el Príncipe Harry y Meghan Markle, Tom Jr envió una carta a su hermana para desearle lo mejor y le pidió perdón por si su comportamiento le había avergonzado. La exactriz nunca contestó, quizás un gesto feo, pero es lo que tiene llevar años sin hablarse.
En cuanto a si le ha abochornado su comportamiento, hay que recapitular. Tom Markle Jr fue detenido por apuntar a su novia con una pistola durante una discusión en la que estaba borracho. Además de sus problemas con el alcohol, no mantiene trato con su familia, de hecho estuvo casado con Tracy Dooley, con la que tiene dos hijos, Tyler y Tom. La excuñada y los sobrinos de Meghan Markle también tienen lo suyo, discretos son poco y han tratado de subirse al carro, aunque con menos éxito que la tía Samantha.
El caso es que Tom Jr quería dinero, y aprovechó para estallar contra Meghan Markle enviando una carta que iba más allá que la de su hermana Samantha. En ella decía a Enrique de Gales que Meghan no era la mujer adecuada para él y que si se casaba, ese enlace sería el mayor error de las bodas reales. No contento con eso, le atacó aludiendo a su padre, señalando que no le ayudó en sus momentos de necesidad, le llamó superficial y vanidosa hasta que salió el verdadero motivo de su odio, además de sacar dinero, que no fuera invitado a la boda. Lo que más le molestaba era que invitara a 'desconocidos' y no a su propia familia, es que con esa parentela...
Al final va a tener razón el Príncipe Harry cuando tras pasar la Navidad con Meghan Markle comentó que los Windsor son ya para Meghan Markle como la familia que nunca han tenido. Quizás Doria Ragland pueda tomárselo a mal, pero seguro que entendió lo que quería decir, y es que con familia así, no necesita enemigos, los tiene en casa. Afortunadamente, esa casa ya no es la suya, ahora su hogar está con el Príncipe Harry.