A las 12 del mediodía, tras el cambio de guardia, el cumpleañero ha aparecido en el balcón del palacio Frederick VIII para saludar a toda la gente que se agolpaba para poder verle. Christian de Dinamarca ha salido al balcón con paso decidido y saludando sonriente a todos los que allí estaban, ataviado con un elegante traje y corbata. Sin duda, es un gran día para el futuro heredero y, como tal, así lo ha sentido.
Junto a él han ido saliendo el resto de miembros de la familia, siguiéndole sus padres, Federico y Mary de Dinamarca, así como sus hermanos, Isabella y los mellizos Vincent y Josephine. Todos ellos saludaban y sonreían felices al pueblo que quería verles luciendo sus mejores galas en un día muy importante para Christian de Dinamarca, el mayor de la familia.
Cómplice con su abuela
Ahora, a Christian de Dinamarca le queda el broche de oro a su gran día de su 18 cumpleaños con una cena de gala en el Castillo de Christiansborg. Allí celebrarán el cumpleaños con un gran banquete al que acudirán representantes de distintas Casas Reales Europeas, como Victoria y Daniel de Suecia, Elisabeth de Bélgica o Haakon de Noruega con su hija Ingrid. Una de las sonadas ausencias será la de Mette-Marit, debido a los problemas de salud que padece.