El financiero ha criticado en las redes sociales la decisión del presidente de Estados Unidos de vetar la entrada en el país de todos los ciudadanos de 7 países.
Chris O'Neill es un financiero de origen británico y estadounidense que saltó a la fama mundial al comenzar una relación con la Princesa Magdalena de Suecia, que huyó a Nueva York para rehacer su vida tras el dolor provocado por su ruptura con Jonas Bergström. Hoy es su marido y padre de sus dos hijos, además de un empresario radicado en Londres que intenta pasar todo lo desapercibido que puede.
Ahora su nombre se ha visto unido al de Donald Trump a causa de una publicación en Instagram. En respuesta a la decisión del presidente de Estados Unidos de vetar la entrada en el país a ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, Chris O'Neill compartió unas palabras en su cuenta de Instagram en las que atacó a Trump por tomar una decisión así: "En nombre de los Americanos con sentido, siento las acciones de nuestro vergonzoso presidente. Es un día triste para ser ciudadano estadounidense. Señor Presidente, es usted un ignorante. Usted será la única causa de la violencia y el odio del que sugiere que nos está protegiendo. No tiene sentido ni sensibilidad, señor".
Con derecho a criticar
La cuenta del yerno del Rey de Suecia es privada, pero el texto fue compartido por Giancarlo Giammetti, socio de Valentino, con lo cual todo el mundo ha podido leer las palabras de Chris O'Neill, que habitualmente es discreto, si bien es cierto que en el pasado manifestó su preferencia por la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea o por que Hillary Clinton fuera la 45 presidenta de Estados Unidos. Ninguno de sus deseos se cumplió.
Algunas voces críticas han comentado que al estar emparentado con la realeza sueca no debería expresarse en ningún sentido. Sin embargo, rechazó los títulos y tratamientos que le corresponderían al casarse con la Princesa Magdalena, por lo que no forma parte de la Casa Real Sueca, y puede trabajar en el sector privado y expresar sus propias opiniones, siempre y cuando no causen perjuicio a la Monarquía que lidera su suegro.