En la sociedad occidental, ya no es un trauma no contraer matrimonio y permanecer toda la vida sin pareja ni tener hijos. Sin embargo, entre la realeza sigue siendo una norma no escrita la obligación de formar la familia, y es totalmente necesario en el caso de los herederos, cuyo deber es dar continuidad a la dinastía reinante.
Parecía que Enrique de Gales iba a cumplir 30 años comprometido, a juzgar por lo bien que marchaba su relación con Cressida Bonas, su novia oficial. Sin embargo, en abril de 2014, la pareja anunció su inesperada ruptura tras casi tres años de amor. El comunicado que se esperaban los británicos era el de una boda, y no el de una separación, por lo que el chasco fue grande.
El Príncipe Harry no quiere novias
Año y medio después, se ha especulado con que el hijo del Príncipe de Gales haya vuelto con Chelsy Davy, la que sin lugar a dudas ha sido el amor de su vida. El exmilitar estuvo saliendo con la africana entre 2014 y 2010, y pese a sus excesos, siempre parecía la mejor candidata para entrar por matrimonio en la Familia Real Británica, al menos hasta que apareció la dulce Cressida Bonas.
Sin embargo, parece que ni volverá con una, ni volverá con otra, al menos por el momento. El Príncipe Enrique fue preguntado por si no tenía ganas de sentar la cabeza, y él respondió que no, que está muy centrado en sus compromisos oficiales, a los que dedica todo su tiempo, además de a causas benéficas, y por supuesto a divertirse, pues legendarias son las fiestas del nieto más díscolo de la Reina Isabel y el Príncipe Felipe.
Ahora que ha dejado el Ejército, tiene más tiempo para cumplir con sus obligaciones reales, muchas de ellas relacionadas con los militares. Parece que el soltero de oro seguirá siéndolo por más tiempo, hasta que quizás encuentre por fin a la mujer de su vida, esa que entiende qué papel tiene el Príncipe Harry y que esté dispuesta a asumir la tarea que le corresponda como consorte. ¿Habrá alguna candidata?