La princesa lo ha dado todo en una competición solidaria sobre bicicletas acuáticas organizada por su propia fundación.
Charlene de Mónaco se ha convertido en la indiscutible protagonista de una jornada deportiva en la que ha podido participar aunque no competir. Para esta ocasión se han fundado en unas mallas y se ha puesto a pedalear después de haber participado en un torneo solidario que ella misma organizado a través de su fundación. Con estas imágenes ha recordado a los momentos que dejó cuando era nadadora olímpica, su profesión previa antes de convertirse en princesa de Mónaco.
En esta jornada han estado presentes sus mayores admiradores, sus hijos Jacques y Gabriella que han prestado mucha atención al evento organizado por su mamá. También Alberto de Mónaco ha estado pendiente de todos los pasos que ha dado su mujer, con quien se ha reencontrado tras finalizar la prueba deportiva. Este evento llamado The Crossing: Calvi-Monaco Water Bike Challenge consistía en ir montada en una bicicleta acuática de una manera muy particular, y aunque no ha formado parte de la etapa, sí ha querido aportar su granito de arena ya que en el pasado fue deportista.
El torneo que dura un total de 24 horas y que tiene lugar en Córcega en su punto de inicio y que finaliza en el puerto de Mónaco ha generado mucha expectación. En total, 180 kilómetros para los que la Princesa Charlene lleva todo el verano entrenando, siendo muy apoyada por los más pequeños de la casa. Más unidos que nunca
Los niños, que iban equipados con gafas de sol, son el talismán de su mamá como se ha podido apreciar en numerosas ocasiones, y una vez más han dejado al descubierto estampas muy familiares y cariñosas. La Princesa Charlene y el Príncipe Alberto de Mónaco se han mostrado muy cariñosos, algo que tienen haciendo desde hace tiempo y más después de que tuvieran que estar semanas alejados cuando él dio positivo por coronavirus.