Charlene de Mónaco en los cuartos de final del torneo ATP de MontecarloEl Principado de Mónaco está acogiendo acogiendo el torneo de tenis ATP de Montecarlo con una gran expectación mediática. Ante un evento de estas características es lógico que la Casa Real haya querido enviar a un representante, y quien mejor que la Princesa Charlene de Mónaco, antigua nadadora de la selección de Sudáfrica.
La esposa de Alberto de Mónaco se dejó ver en los cuartos de final del torneo y no dudó en decantarse por uno de los dos tenistas que se jugaban pasar a semifinales: el suizo Roger Federer y el francés Jo-Wilfried Tsonga. Charlene de Mónaco posó para los medios, con un traje chaqueta azul oscuro combinado con una blusa blanca, y le entregó la raqueta con la que jugaría el partido a Federer, quien triunfa tanto en lo profesional y lo personal, ya que está esperando su tercer hijo.
Una vez visto el resultado del partido podemos afirmar que la presencia de Charlene supuso todo un talismán para el deportista. Federer ganó a Tsonga por 2-6, 7-6 (6) y 6-1, consiguiendo pasar a semifinales del torneo. El tenista ha sido finalista tres veces del torneo, perdiendo siempre contra el español Rafa Nadal. En la próxima jornada se enfrenará contra el defensor del título, el serbio Novak Djokovic.
Charlene de Mónaco y Roger Federer en los cuartos de final del torneo ATP de Montecarlo¿Novia a la fuga?
A Charlene de Mónaco le está costando encontrar su hueco dentro de la Casa Real monegasca. Su papel secundario, la escasa visibilidad que le otorgan, los continuos rumores de desavenencias en la pareja y el posible enfrentamiento con las hermanas del Príncipe, Carolina y Estefanía, la sitúan continuamente en el ojo del huracán. La primera dama del Principado ha acallado los rumores en una revista concedida para la revista Hola.
"Mi marido es mi mejor apoyo y quien mejor me conoce", asegura la joven. En el extenso reportaje Charlene asegura que el hecho de dejar la natación ha sido "la prueba más difícil a la que ha tenido que enfrentarme", apuntando que Alberto la acompañó en todo momento y la ayudó a superarlo. También, ha explicado porqué viajó a París en los días previos a su boda, hecho que provocó el rumor de que estaba intentando eludir pasar por el altar. En realidad, la joven estaba en la capital francesa recogiendo los zapatos de su madre para el enlace. "Mis amigas me escribían asustadas y yo les respondía: ¿Que he huido? ¿A dónde?".
