Los Reyes Felipe y Letizia abrieron el Palacio de Oriente al Presidente de Perú, Martín Vizcarra, y a la Primera Dama, Maribel Díaz Cabello, para agasajarles con una cena de gala.
La Visita de Estado del Presidente del Perú, Martín Vizcarra, y su esposa, Maribel Díaz Cabello, comenzó en el Palacio de Oriente con el recibimiento oficial con todos los honores que les dispensaron los Reyes Felipe y Letizia. Posteriormente hubo reunión entre ambos Jefes del Estado en La Zarzuela, y a su término se sirvió un almuerzo al que asistieron las dos consortes.
Al caer la noche llegó el momento más esperado de todo Viaje de Estado: la cena de gala. El Palacio de Oriente abrió sus puertas para este acontecimiento en el que ejercieron de anfitriones los Reyes Felipe y Letizia. Tras aparecer Don Felipe entró la Reina, que estaba espectacular con la tiara Floral y el vestido de Felipe Varela que portó con acierto en la cena previa a la boda de los Duques de Cambridge, celebrada en abril de 2011 en Londres.El Presidente Vizcarra y la Primera Dama entraron también en el Salón del Trono para charlar con los Reyes, posar para la foto y saludar a los invitados e invitadas a la cena de gala, donde hubo una representación de las instituciones del Estado, del mundo empresarial y cultura de ambos países.
Durante el besamanos se pudo ver a Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez. Hubo cordialidad entre el Jefe del Estado y el Jefe del Gobierno, y si Don Felipe se ha enfadado porque el Presidente haya aireado su estrecha relación en su libro 'Manual de resistencia', se lo habrá comunicado en privado. También apareció Manuela Carmena, que llegó en una silla de ruedas. La alcaldesa de Madrid todavía no se ha recuperado de la fractura de tobillo que sufrió en su casa el 21 de diciembre de 2018, por la que fue operada y que se complicó por una infección. Una genuflexión, una animada cena y un brindis
Tampoco se perdió la cena de gala la pareja formada por Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. El Premio Nobel, de nacionalidad peruana y española, no podía faltar en una noche tan especial. Junto a él, su pareja, que estaba radiante con un vestido de color champán que le quedaba como un guante.
Llamó la atención la reverencia, o mejor dicho, la genuflexión, realizada a Doña Letizia. Ahora que no es tan común que las personas que saludan a la Familia Real, ha sido curioso cómo la celebrity llevaba la lección bien aprendida para el besamanos regio en el Salón del Trono.
Del besamanos pasaron a la cena de gala, y tan pronto se acercó el Presidente Sánchez, que fue fotografiado en completa soledad y con cara de no estar muy contento. Menos mal que la mesa no tardó en llenarse y ya después su rictus cambió a medida que transcurría la exitosa velada.
Se pudo ver a la Reina Letizia charlando animadamente con el Presidente del Perú, con el que ha congeniado, así como con Pedro Sánchez, al que tenía al otro lado. Por su parte, Don Felipe se sentó entre la Primera Dama del Perú y la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, que dicho sea de paso, no tenía muy buena cara. Finalmente, el Rey destacó en su discurso para el brindis la excelente relación entre España y Perú.