Antes de ese momento se realizaron unas fotos oficiales históricas al encontrarse por primera vez cinco herederos o futuros herederos de la nueva generación de royals de Europa, de los cuales Elisabeth de Bélgica, Amalia de Holanda e Ingrid Alexandra de Noruega llevaban tiara. También posaron juntos todos los invitados de la realeza, con lo que se pudo ver a 9 Casas Reales de Europa, 7 de ellas reinantes, en el mayor encuentro oficial intergeneracional de royals en mucho tiempo.
La Princesa Astrid de Suecia, que iba en silla de ruedas, llegó antes que la Princesa Marta Luisa y Durek Verrett, que realizaron su segunda aparición oficial como prometidos con un Verrett ya completamente integrado como royal. Inmediatamente después desfilaron el Príncipe Guillermo de Luxemburgo y la Princesa Stéphanie de Luxemburgo sin su hijo Charles, demasiado pequeño para realizar el paseo, la Princesa Victoria de Suecia y el Príncipe Daniel de Suecia y sus hijos, la Princesa Estelle de Suecia y el Príncipe Oscar de Suecia, así como los Príncipes Federico y Mary de Dinamarca.
Les siguieron la Reina Matilde de Bélgica y su hija, la Princesa Elisabeth de Bélgica, y justo después caminaron del brazo el Rey Felipe VI y la Princesa Amalia de Holanda. Como iban de dos en dos y Don Felipe acudió sin Doña Letizia, la Princesa de Orange se convirtió en la acompañante del Rey para este cónclave royal en el que no solo se echó de menos a la Reina Letizia, sino sobre todo a la Princesa Leonor, que regresa a España tras terminar el curso en Gales y se perdió por tanto esta oportunidad para confraternizar con los royals de su generación. Cerraron la comitiva los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda.
Y por fin entró la protagonista mientras la música cambiaba para hacer referencia al cumpleaños Ingrid Alexandra de Noruega. La Princesa llegó del brazo de su abuelo, el Rey Harald V. Detrás caminaban la Reina Sonia y el Príncipe Haakon y finalmente la Princesa Mette-Marit lo hacía con sus dos hijos varones, Marius Borg y el Príncipe Sverre Magnus, que fueron los últimos en entrar en el Gran Salón de Banquetes del Palacio Real en el que tuvo lugar la velada decorada con la temática 'Sueño de una noche de verano'. Allí se vio a la Princesa Mette-Marit dar un beso a su amiga Rosario Nadal antes de tomar posiciones.
Y empezaron los discursos. La primera en hablar fue Sonia de Noruega: "El Rey y yo estamos felices por esta oportunidad de reunir a familiares y amigos del país y del extranjero, e invitados de toda Noruega. Juntos representan a nuestro país, los lazos familiares y la vida de nuestra querida princesa. Querida Ingrid, durante tus 18 años has demostrado quién eres y talentos como los deportes acuáticos y el esquí. También te encanta la escuela y estar con amigos y familiares. Eres una chica realmente dura que no tiene miedo de lanzarse en paracaídas o en decir tu opinión. Este último será especialmente útil, te lo prometo. Eres lista y cálida y te preocupas por la gente, los animales y el medio ambiente".
"Cuando celebramos tu cumpleaños número 18, estás rodeada de personas que te aman y te quieren bien. Y debes saber que siempre puedes venir y buscar consejo y apoyo de todos los que te rodean. Mi madre no paraba de decir: No depende de cómo te sientes, sino de cómo te lo tomas. Me ha ayudado mucho a lo largo de la vida. Y estas palabras quiero transmitirles hoy. Aférrate a quién eres, Ingrid. Atrévete a pensar de forma nueva y abierta para hacer las cosas a tu manera. Y recuerda, ser perfecto no es un fin en sí mismo. Tienes todos los requisitos previos para tomar decisiones sabias y tener una vida que sea buena para ti, tus seres queridos y aquellos de los que algún día serás Reina. ¡Gracias por todo lo que hemos vivido juntos hasta ahora! Espero poder seguirte más en el camino de tu vida", añadió la Reina Sonia, a lo que siguieron un brindis y muchos aplausos.
Tomó entonces la palabra el Rey Harald: "Muchas felicidades por tu cumpleaños número 18, aunque un poco tarde. Estamos muy contentos de poder compartir este día con familiares, amigos y representantes de toda Noruega. En realidad es agradable celebrarlo dos veces, por lo que tuvimos tiempo para digerir todo lo que sucedió en tu mayoría de edad en enero. Este día festivo de enero, sentí realmente la fuerza y la seguridad de la familia y la sucesión, pero probablemente tendrás que aguantarme un poco más. Y espero poder seguir siendo de ayuda si hay cosas sobre las que te estás preguntando, querida Ingrid".
"Por tanto, representas a la quinta generación de lo que durante mucho tiempo hemos denominado una monarquía bastante joven, que llegó a Noruega en 1905. Tenemos tradiciones y valores que gestionar, al mismo tiempo que estamos constantemente moldeados por la época en la que vivimos. Además, la monarquía está teñida en todo momento por quien sea rey o reina. Te lo he dicho varias veces, pero a un abuelo se le permite repetir su consejo más importante una y otra vez: sé tú misma. Y confía en que es suficiente, siempre. Cuando llegue tu día, espero que experimentes lo mismo que yo he tenido la suerte de experimentar a lo largo de mi trabajo: que hay muchos que te ayudarán y apoyarán. Tenemos instituciones, agencias gubernamentales y organizaciones que han estado aquí por mucho tiempo. Junto con personas de todo el país, te ayudarán a fortalecerte y serán de gran apoyo para ti. Querida Ingrid. Gracias por dejarnos seguirte. Te quiero mucho y te deseo todo lo mejor para el futuro. ¡Feliz cumpleaños!", finalizó el Rey de Noruega, que se llevó un gesto cariñoso de su nieta entre los aplausos de los invitados.
Y por supuesto, además de la intervención del Presidente del Parlamento, habló una emocionada Ingrid Alexandra, que no pudo contener la emoción en algunos momentos y tuvo que echar mano de un pañuelo y ofreció un discurso largo y muy personal que comenzó con agradecimientos y un homenaje a los que han venido desde el extranjero y terminó hablando de su país, Noruega. Por el camino habló sobre sus familiares más directos: "Queridos mamá y papá, muchas gracias por todo lo que me han dado. Mamá, podemos hablar de cualquier cosa. Gracias por permitirnos acostarnos juntas en el sofá y ver series como 'Sexo en Nueva York'. Realmente aprecio todo lo que haces por mí".
"Papá, gracias por llevarnos a esquiar y surfear, y todo tipo de actividades. Tú arreglas todo y estás tranquilo cuando los demás no lo estamos. Estoy muy agradecida de que me apoyes, y sé que siempre lo harás. Queridos Marius y Magnus, sois mi red de seguridad. Sé que siempre puedo acudir a vosotros. Marius, gracias por todo lo que he aprendido de ti y por el hecho de que podemos hablar de todo juntos. Gracias por protegerme siempre. Magnus, siempre eres amable conmigo cuando lo necesito. Gracias por darme un buen abrazo cuando tengo un día un poco más difícil. Estoy muy orgullosa de tenerlos como hermanos", señaló la Princesa Ingrid Alexandra.
"Querido abuelo, me encanta estar contigo. Gracias por las tardes en el Yate Real donde nos sentamos y vemos juntos deportes y películas de vaqueros. Y no menos importante, gracias por tener siempre una buena broma cuando el estado de ánimo es bajo. Querida abuela (Sonia), gracias por todo lo que has hecho por nosotros. Viajes e historias y canciones nocturnas que Maud y yo al menos recordaremos para siempre. Y querida abuela (Marit), gracias por todas tus divertidas historias. Gracias por apuntarte siempre como niñera y por todas las tardes agradables en las que nos hemos sentado y charlado. Queridos tíos y tías, y primos. Desde que era pequeña habéis hecho que todo fuera más seguro a mi alrededor y os estoy muy agradecida. Y finalmente quiero dar las gracias a todos mis amigos. Gracias por permitirnos divertirnos juntos y por animarme siempre. Estoy muy orgulloso de poder llamarlos a todos ustedes mi familia y amigos. Los quiero mucho a todos", finalizó Ingrid Alexandra, que levantó su copa con mucho ímpetu.
Llegó el momento de degustar la cena, que el Rey Felipe disfrutó con Mette-Marit de Noruega a un lado y Máxima de Holanda al otro. El menú consistió en un pastel de zanahoria con estragón, mayonesa, rábano picante y manzanas, espárragos y vieiras con jengibre en escabeche, flor de saúco y frambuesa y cebollino, patatas fritas con setas acompañado de puré de petit pois y salsa de mantequilla. Como postre, fresas noruegas silvestres con helado de vainilla.
Haakon y Mette-Marit emocionaron a su hija
Pero no acabaron ahí los discursos porque a las 21:40 intervino la abuela materna, Marit Tjessem, que fue bastante breve. No así los Príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega, que se pasaron casi 10 minutos hablando entre uno y otro en un discurso que hizo llorar a la Princesa Mette-Marit y a su hija, que escuchó atenta y emocionada: "Ahora que has cumplido 18 años, 4 meses, 26 días y 16 horas, estamos muy contentos de poder celebrarlo por fin, y tener unas palabras que decirte. Para mí, todo esto fue un poco especial. Porque yo mismo he estado en una situación similar a la que estás ahora, y me encuentro con una versión de mí mismo de 18 años. Como preparación para todo lo que ibas a hacer en enero, vimos videos de mi cumpleaños número 18 en 1991. Yo era un joven serio que hablaba despacio y pensaba mucho. Especialmente durante la entrevista que tuve con Geir Helljesen en NRK, donde no parabas de reírte al verla. Estoy muy feliz de ver quien eres. Tienes una seguridad en ti, Ingrid, que será una fortaleza para ti toda tu vida. Tienes muchas personas a tu alrededor que te ayudarán y apoyarán. Tienes a todos los que te amamos. Marius y Magnus, que siempre estarán ahí para ti, al igual que tú siempre estarás ahí para ellos. Mamá, a quien puedes acudir cuando las cosas se ponen difíciles, que es buena para escuchar y para encontrar soluciones. Y luego tienes a toda tu familia extendida, y me tienes a mí", comenzó el Príncipe Heredero.
"Hoy eres una joven hermosa, lista para dar el paso hacia el futuro. Una joven sabia y fuerte. Papá y yo estamos infinitamente orgullosos de ti. Y como dijo papá, ahora los dos estamos a tu alrededor con Marius y Magnus, los abuelos y toda tu gran familia. Todos los que más te quieren. También te rodean los buenos deseos de personas de todo nuestro país, quienes te desean lo mejor tanto para el día de hoy como para el resto de tus días. Estás en una línea histórica de herederos al trono en este país. Tienes que encontrar tu propio camino, Ingrid. Pero ninguno de los que te conocemos dudamos de que tengas lo necesario para hacer lo que quieres en tu vida", añadió la Princesa Heredera, finalizando con más brindis, aplausos y mucha alegría.