El Gran Salón de Baile de Buckingham acogió el banquete en honor a los Reyes de España con motivo de su Viaje de Estado a Reino Unido.
Los Reyes de España finalizaron la primera jornada de su Viaje de Estado a Reino Unido asistiendo a una cena de gala en el Palacio de Buckingham ofrecida en su honor por la Reina Isabel II. Allí se pudo comprobar la excelente relación entre la Casa Real Española y la Casa Real Británica, así como la elegancia de la Reina Letizia.
Para la ocasión, Doña Letizia volvió a apostar por el rojo, uno de sus colores favoritos, y por el diseñador Felipe Varela. La consorte sabe lo que le sienta bien, así que no quiso arriesgar con la gama cromática, además el rojo es el color de España, por lo que la elección no fue baladí.El vestido, con escote recto y sin hombreras, está realizado en tul y seda bordado en hilo y cristal amapola, rubí y rosa. Como joyas lució los pendientes de chatones y una de las pulseras gemelas que fueron de la Reina Victoria Eugenia, a su vez, en la cabeza colocó la tiara Flor de Lis que también perteneció a la bisabuela del Rey Felipe. Estos adornos, conocidos como joyas de pasar porque entran a formar parte del joyero real y se pasan entre las mujeres de la Familia Real Española, fueron un guiño a sus anfitriones, ya que el vínculo más reciente que une a los Borbones y a los Windsor es ser descendientes de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto, abuelos de la Reina Victoria Eugenia de España, esposa de Alfonso XIII.
Por su parte, la Reina Isabel se decantó por un vestido blanco con bordado floral en azul. Como adornos llevó una tiara de aguamarinas que le regaló el Gobierno de Brasil en los años 50, además de Toisón de Oro, la orden más importante de España, y distinción que le otorgó el Rey Juan Carlos en 1988. Asimismo, el Rey Felipe portó la Orden de la Jarretera, de la que forma parte por obra y gracia de la Reina Isabel, que le ha nombrado caballero con motivo de este Viaje de Estado. Amistad entre España y Reino Unido
Durante el discurso que Felipe VI ofreció a los presentes, entre los que estuvieron los Duques de Cambridge, el Príncipe Harry y otros miembros de la Familia Real Británica, destacó el gran vínculo existente entre ambos países, lo que "ayudará a que se pueda abordar entre nuestros respectivos Gobiernos cualquier cuestión en la que persistan discrepancias, con la mejor voluntad y el más alto espíritu de colaboración".
El menú que degustaron los comensales estuvo compuesto de trucha asalmonada al hinojo, medallón de buey Frand Duc, judías españolas y rábanos, calabacines salteados y patatas gratinadas. Como postre, tarta de chocolate amargo y frambuesas.
La cena no se prolongó hasta largas horas de la noche, pues al día siguiente a los Reyes de España les esperaba otro día de gran actividad, que comenzaba con un encuentro empresarial Hispano-Británico y que continuó con una visita a la Abadía de Westminster de la mano del Príncipe Harry, donde tuvo lugar el homenaje a los caídos.