La Familia Real Británica se ha vuelto a reunir casi al completo para participar en la Procesión de la Nobilísima Orden de la Jarretera, celebrada en la capilla del Castillo de Windsor.
Los Duques de Cambridge, protagonistas de la procesión
Al acto acudieron Su Majestad la Reina Isabel II, acompañado de Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, quienes salieron de Windsor con todos los honores. También estuvieron junto a la cabeza de la Casa Real Británica y su consorte el Príncipe Carlos y su esposa Camilla Parker Bowles, Duquesa de Cornualles, quien lució un elegante vestido amarillo con una enorme pamela.
Los más deseados tampoco se perdieron el evento, así se pudo ver a los Duques de Cambridge, los más solicitados de la Familia Real desde su enlace en la Abadía de Westminster el pasado 29 de abril. Pese a que no estuvieron juntos en público ambos causaron sensación.
Los restantes hijos de la Reina también se dejaron ver en el evento. Así, la Princesa Ana de Inglaterra, el Príncipe Andrés, Duque de York, y el Príncipe Eduardo, Conde de Wessex, que paseó en carroza junto a su esposa, la Condesa Sophie Rhys Jones, participaron en la Procesión de la Orden de la Jarretera ejerciendo sus funciones como miembros de la Casa Real.
Guillermo y Enrique presumen de estilo jugando al polo
La agenda de la Familia Real Británica está resultando muy intensa en los últimos días. El pasado mes Isabel II visitó Irlanda junto a su consorte; posteriormente acudieron junto a Alberto II de Mónaco a la Chelsea Flower Show de Londres, donde la Princesa Beatriz de York se convirtió en la gran protagonista.
Más tarde los Windsor se reunieron para acudir al Derby de Epsom, dejando patente la afición de la Familia Real por los caballos. Por su parte, este fin de semana el calendario marcó varios eventos importantes. El sábado estuvieron todos juntos en el desfile 'Trooping the Colour', que conmemoraba el cumpleaños de la Reina. Y posteriormente el domingo tuvo lugar la celebración del 90 aniversario del Duque de Edimburgo.
A su vez, los hermanos Guillermo y Enrique hicieron gala de su estilo y afición por el polo, deporte del que los 'royals' británicos son seguidores. Los Príncipes disputaron un encuentro en el que dieron un ejemplo de deportividad, estilo y clase, además de ofrecer imágenes que evidenciaban la buena relación existente entre los hijos del Príncipe de Gales.