El encargado de explicar el Real Decreto que afecta al funcionamiento de la Casa de SM el Rey ha sido Félix Bolaños, Ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, que se ha unido a la tradicional rueda de prensa posterior al Consejo de Ministro para dar cuenta de este Real Decreto del que ha dicho que es "fruto del trabajo en los últimos meses con Casa Real y que se ha intensificado en las últimas semanas y que creo que da un paso adelante muy importante en la modernización y la ejemplaridad de nuestra Casa Real. Hoy la Monarquía española da un paso adelante, avanza en transparencia, rendición de cuentas, ejemplaridad, eficiencia y se homologa a los más altos estándares con otras Casas Reales europeas".
Primer bloque: Transparencia y rendición de cuentas
Uno de los puntos clave supone que "las cuentas de la Casa Real serán auditadas por el Tribunal de Cuentas para lo cual se suscribirá un convenio entre la Casa Real y el Tribunal de Cuentas. Será una auditoría externa la que hará el Tribunal de Cuentas y verificará las cuentas y la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera que tiene la Casa Real". Por otro lado, "se tiene que publicar el presupuesto y los estados trimestrales de ejecución. Todos los contratos suscritos por la Casa del Rey, las retribuciones, los regalos institucionales y la memoria anual de actividades de la Casa".
Segundo bloque: Eficiencia en el servicio público
"La primera medida para la coordinación entre la Administración General del Estado y la Casa del Rey serán los convenios de colaboración con la Abogacía del Estado para el servicio de asesoramiento jurídico y la apertura de la posibilidad de ir constituyendo distintos convenios de colaboración con distintas administraciones y órganos de la Administración General del Estado. Algunos de esos convenios ya están en vigor como por ejemplo con la Secretaría de Estado de Comercio. Se habilita la posibilidad de que se sigan suscribiendo", comentó Bolaños sobre esta apuesta por la función pública en la Casa Real, añadiendo que "la oficina de la intervención de la Casa Real será ejercida por un funcionario del Cuerpo Superior de Interventores y de Auditores del Estado y el Consejero Diplomático también de la Casa del Rey será también un funcionario perteneciente a la carrera diplomática".
Para terminar este segundo bloque, "se da rango legal a la asistencia sanitaria de la Familia Real que es prestada por la Guardia Real en virtud de un acuerdo antiguo con el Ministerio de Defensa y ahora se incorpora a nuestro ordenamiento a través del Real Decreto".
Tercer bloque: Ejemplaridad
La Monarquía debe ser ejemplar y además parecerlo. Para garantizar ambos asuntos es necesario que todo el personal lo sea, y por tanto el Real Decreto establece que quien trabaje en la Casa Real "deberá ejercer sus funciones con arreglo al código de conducta que rige en la Casa del Rey. Deben velar en todo caso por los intereses generales y basarse en los principios de objetividad, de integridad, de neutralidad, de imparcialidad, de confidencialidad, de ejemplaridad, de austeridad, de honradez, de protección del Medio Ambiente y de igualdad entre hombres y mujeres". Además, "el personal de dirección y alta dirección de la Casa del Rey deberán publicar anualmente su declaración de bienes, de tal manera que tanto en el nombramiento como en el cese tendrán la obligación de publicar su declaración de bienes como así ocurre con el resto de altos cargos de la Administración".
Para terminar, los regalos, un asunto que ya reguló en su momento el propio Felipe VI y que se confirma con este Real Decreto: "Todos los regalos que reciba la Familia Real serán inventariados, registrados y custodiados con el fin de estudiar si permanecen en la Casa, si pasan a Patrimonio Nacional o si bien en función de la naturaleza del regalo se donan a entidades sin ánimo de lucro", finalizó Félix Bolaños, que expresó su satisfacción en nombre de todo el Gobierno y de la Casa Real por el salto que da la Monarquía.