Sin duda alguna, la muerte de la Reina ha supuesto un gran varapalo para Reino Unido, quienes llegaron a pensar que era una Reina eterna pero, evidentemente, no ha sido así y han tenido que decir adiós a la monarca para cederle el paso al Rey Carlos III, quien sube al trono con la friolera de 73 años. El Rey tiene que trabajar mucho para que el pueblo que tanto quería a su madre ahora le quiera a él.
Los actos de despedida de la Reina Isabel II duraron 10 días y nadie se quiso perder estos momentos históricos. De hecho, su funeral fue un acontecimiento irrepetible, que dio comienzo con un funeral de estado al que acudieron personalidades de diferentes países y jefes de estado. Este día, el 19 de septiembre, concluyó con un entierro en la Capilla de San Jorge en Windsor, totalmente privado, a la que acudieron únicamente los miembros de la familia.
El lugar en el que descansa eternamente
Por un lado, están los padres de la Reina Isabel II, el Rey Jorge VI y la Reina Madre, Isabel. Ahora también aparece la inscripción de Phillip, pues el Duque de Edimburgo ha sido trasladado a esta capilla junto a su mujer, un año después de su fallecimiento. En el medio de la lápida aparece una estrella de la Orden de la Jarretera y multitud de flores alrededor de la misma. En la misma capilla, pero sin inscripción en la lápida, se encuentran las cenizas de la hermana de la Reina, la Princesa Magarita.