Galería: La Familia Real Española en imágenes
El escándalo por el drama vivido dentro de la Familia Real Española no ha pasado desapercibido. La caja de los truenos fue abierta este miércoles por Pilar Eyre, escritora y periodista que presume de saber los trapos sucios de los miembros pasados y presentes de la Casa Real, como ha ido plasmando en diversos libros.
Su estreno como columnista en Lecturas no pudo tener mayor repercusión, ya que contó una anécdota muy triste. Durante una reunión familiar en Grecia, la Reina Sofía se puso a hablar con una de sus primas alemanas. A la madre del Rey se le iluminaba la cara al hablar de lo educada que era su nieta Victoria de Marichalar y de lo responsable que era Juan Urdangarín.
La prima preguntó por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. A la madre del Rey le costó hablar, pero finalmente respondió: "¡No sé cómo están! ¡no las veo nunca! ¡no me dejan verlas! Yo, que vivo al lado, no puedo ir a su casa ¡y sin embargo la madre de Letizia está siempre ahí metida!".
La Reina Letizia siempre queda de mala
El revuelo fue enorme, pues dejaría al descubierto que la relación entre la Familia Real es todavía peor de lo que se esperaba, además de lo triste que resulta que una cariñosa abuela no pueda ver a sus nietas. Se abría un nuevo interrogante: ¿era la Reina Letizia la que no permitía que su suegra viera a las niñas?
Una vez más, Doña Letizia quedaba de mala, y metida en escándalo tras escándalo como lleva una temporada, solo faltaba una polémica más para acabar con la imagen de la consorte. Sin embargo, Casa Real ha respondido, aunque sea por una vez, y lo ha hecho a El Español, que publica citando a fuentes oficiales de La Zarzuela que desmienten que esa conversación tuviera lugar, y que por tanto no es cierto que la Reina Sofía no pueda ir a ver a sus nietas pequeñas.
Desde la Institución se argumenta que la rumología sobre la Reina de España viene de lejos y que es desigual, pues Casa Real no puede ir confirmando o desmintiendo todo lo que se publica sobre sus miembros, como sí hace la clase política o incluso los famosos 'de andar por casa'.
El gran lamento de La Zarzuela no es que se publiquen rumores o falsedades, sino que se dé más bombo a un tipo de informaciones que menoscaban la imagen pública de Doña Letizia, cuya labor institucional queda así tapada para los ciudadanos.