La Familia Real británica vive uno de sus momentos más tensos tras la flamante boda de los Duques de Sussex. Tras conocerse hace tan solo unos meses que el hijo de Guillermo y Catalina de Inglaterra era un firme objetivo del DAESH, parece ser que la amenaza no ha desaparecido. Y es que se han visto obligados a endurecer las medidas de protección al Príncipe Jorge.
El hecho que ha motivado este aumento en la seguridad se debe a que hace tan solo unos días una persona ajena al prestigioso Thomas Battersea, centro en el que estudia el bisnieto de la reina Isabel, entrara y se paseara por el recinto llegando incluso a grabar en el interior sin ser descubierta. Un hecho que ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas.
Este nuevo episodio se suma a la detención de Husnai Rashid, encargado de difundir mensajes entre círculos yihadistas en los que alentaba a matar al hijo de los duques de Cambridge. Con "ni la familia real se salvará", Rashid, ahora acusado de terrorismo, llegó incluso a liderar la organización del frustrado ataque al centro escolar.
Entre las medidas de seguridad con las que cuenta el menor de 4 años están la presencia constante de la policía británica y un helicóptero que sobrevuela la zona mientras que el pequeño está en clase, en alguna excursión escolar, o no está en presencia de sus padres.
No es el único
Lo cierto es que esta no es la primera vez que la Familia Real Británica recibe amenazas de esta magnitud. Sin ir más lejos, la propia Isabel II fue víctima de un atentado en 1981 cuando un francotirador falló un tiro que casi le cuesta la vida. Por otro lado, y hace tan solo un año Enrique de Inglaterra recibiera también ciertos mensajes amenazadores por parte de un grupo radical.