A pesar del éxito de los actos centrales del Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II y de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012, la Familia Real Británica no ha vivido el verano que esperaba, pues los problemas de salud del Duque de Edimburgo y los desnudos del Príncipe Harry y de la Duquesa de Cambridge les han causado más de un disgusto.
Y es que la Monarquía ha tomado la decisión de olvidarse de presentar querellas por este acontecimiento desagradable para la imagen del nieto de la Reina Isabel, señalando que Harry está centrado en su carrera militar en Afganistán, por lo que no es el mejor momento para presentar una querella criminal en ese sentido.
El Príncipe Harry superó el escándalo
El escándalo saltó cuando aparecieron unas fotografías del Príncipe Harry en las que aparecía desnudo durante una fiesta que tuvo lugar en Las Vegas, donde pasó unas vacaciones con sus amigos.
La reprimenda no se hizo esperar, sin embargo tanto la Casa Real como el pueblo británico perdonaron el comportamiento de Harry por entender que tan solo se trataba de un joven soltero que pretendía divertirse, por lo que el Príncipe salió indemne del escándalo.