La pandemia ha cambiado la vida de todo el mundo en mayor o menor medida, también la de la Reina Isabel, que ha visto cómo sus planes eran alterados y debía confinarse durante meses para protegerse. En marzo de 2020 abandonó Buckingham Palace para confinarse en Windsor Castle con el Duque de Edimburgo, que dejó su retiro en Sandringham para reunirse con la Monarca.
Casi cinco meses después, la Reina y el Príncipe Felipe pusieron rumbo a Escocia para disfrutar de sus tradicionales vacaciones en Balmoral, donde recibieron la visita de varios miembros de la Familia Real Británica. Este descanso será más corto de lo habitual de acuerdo a la información ofrecida por la Casa Real Británica.
En mitad de septiembre de 2020, Isabel II y su consorte abandonarán las Highlands para poner rumbo a Sandringham Estate. Allí pasarán dos semanas en una estancia calificada como privada en el lugar en el que la Familia Real Británica disfruta de las vacaciones de Navidad y donde el Duque de Edimburgo decidió instalarse tras retirarse de los actos oficiales en 2017.
Después, la Reina viajará a Windsor Castle para después retomar compromisos en Buckingham Palace: "La intención de Su Majestad es regresar al Castillo de Windsor en octubre y reanudar el uso del Palacio de Buckingham para audiencias y compromisos ", ha señalado la Casa Real Británica, que añade que todo está sujeto a revisión teniendo en cuenta la evolución de la pandemia.
La ausencia más larga de Buckingham Palace
Si la Reina Isabel vuelve a Buckingham Palace en octubre de 2020 habría pasado 7 meses alejada del que ha sido su hogar y su lugar de trabajo durante la mayor parte de su vida. Esta ausencia sería la más larga en los años que lleva de reinado. Con el simbolismo que tiene Buckingham Palace para la Corona, no extraña que la Monarca desee regresar a su residencia oficial cuando sea posible, aunque no será antes de octubre de 2020.