La Familia Principesca de Mónaco está oficialmente formada por los Príncipes Alberto y Charlene y por las hermanas de este, la Princesa de Hannover y la Princesa Estefanía. En la práctica, los vástagos de las hijas de Rainiero y Grace de Mónaco participan en algunos compromisos cuando su tío se lo pide, lo cual no suele ocurrir más que unas pocas veces al año.
La Princesa Charlene tiene sus propia agenda y acompaña al Jefe del Estado cuando se le requiere, aunque desde que se convirtió en madre de los Príncipes Jacques y Gabriella en diciembre de 2014, sus actos se han reducido (que no desaparecido) para dar prioridad a los gemelos. De esta forma, son más las ocasiones en las que las hermanas de Alberto II tienen que participar en la vida oficial del Principado.
Así, el Príncipe Alberto presidió las celebraciones por la Noche de San Juan. El Soberano salió al balcón del Palacio Grimaldi para contemplar una exhibición de bailes típicos junto a la gran hoguera que se encendió para la noche más mágica del año.
Andrea Casiraghi, de Londres a Mónaco
El Monarca no estuvo solo, ya que se dejó acompañar por su hermana mayor, la Princesa Carolina, y por su sobrino Andrea Casiraghi. Los dos hermanos se mostraron muy sonrientes y no pararon de saludar a los ciudadanos que contemplaron la estampa. Por su parte, Andrea Casiraghi, que lució una poblada barba rubia, se mantuvo más discreto.
Pese a que vive en Londres con su mujer, Tatiana Santo Domingo, y sus dos hijos, Sasha e India, el mayor de los Casiraghi regresa a Mónaco tanto para visitar a su familia como para representar o acompañar a la Corona cuando se le requiere. Antes, su papel era más importante, ya que estaba en la línea directa de sucesión al Trono, sin embargo, con el nacimiento de sus primos Jacques y Gabriella, sus esperanzas de convertirse en Príncipe de Mónaco se han esfumado prácticamente.