Sin descanso
Los paparazzi fotografiaron a la pareja nada más aterrizar. Quizás Casiraghi y Rassam pensaban que al salir del aeropuerto, los reporteros gráficos se esfumarían y así podrían estar tranquilos durante su estancia en Nueva York, pero nada más lejos de la realidad, ya que estaban sobre aviso y les persiguieron allá donde fueron.
Paseos por la ciudad, risas y complicidad, pero ningún beso o algún gesto de cariño... la hija de Carolina de Mónaco y el vástago de Carole Bouquet no quisieron ser especialmente cariñosos el uno con el otro durante este improvisado reportaje que terminó por agobiar a la amazona, y eso que ella está acostumbrada a lidiar con la prensa desde siempre.
En un momento dado, Carlota Casiraghi se acercó a los paparazzi con la cara desencajada. Parecía estar harta de que les siguieran a todas partes, y todo apunta a que les pidió que se fueran de allí y les dejaran en paz, pues les habían hecho ya fotos suficientes. Parece que esta pareja va a dar mucho de lo que hablar.