Galería: Met Gala 2023
La lista de invitados es uno de los secretos mejor guardados del a MET Gala así como los looks que lucieran cada uno de los asistentes, pero lo cierto es que a en los días previos se van descubriendo poco a poco. Si bien Nueva York es una ciudad habitada por infinidad de celebridades, unos días antes del primer lunes de mayo la Gran Manzana se convierte en un auténtico bullicio y algunos de los grandes rostros que se ven por sus calles, entrando y saliendo de restaurantes o asistiendo a fiestas de diferentes marcas empiezan a sonar como posibles invitados de la gran noche.
Hay, además, una serie de ellos que suelen ser ya fijos y se espera su presencia en las famosas escalinatas. En cambio, otros, a pesar de haberlo hecho en ocasiones anteriores son toda una incógnita o incluso se da por hecho que no lo harán. Ese fue el caso de Carlota Casiraghi, que llegó a Nueva York pasando totalmente desapercibida hasta hace una espectacular entrada en la alfombra roja de la MET Gala.
La hija de Carolina de Mónaco es una de esas pocas Royals asiduas a este evento, pero más que justiciado por su vinculo con la industria de la moda al ser, al igual que otros muchos miembros de la familia monagesta, imagen de diferentes marcas. De hecho, Carolina Casiraghi es además embajadora de Chanel, una de las marcas para las que trabajó Karl Lagerfeld hasta el final de sus días y que ha copado la mayoría de los looks de esta gran noche en la que la temática era, efectivamente, su trabajo como diseñador bajo el nombre 'Karl Lagerfeld: A Line Of Beauty'.
Por ello, la presencia de la hija de Carolina de Mónaco tampoco ha sido una gran sorpresa. Esta lo hacía luciendo además un look bastante discreto que consistía en un vestido de encaje escote princesa con lazos en la parte frontal superpuesto sobre un conjunto de camiseta lencera de tirantes y unos pantalones pitillo. Por supuesto, firmado por Chanel.
La estrecha relación de Karl Lagerfeld y los Grimaldi
Y es que Karl Lagerfeld ha sido una figura muy importante para los Grimaldi también hasta el final de sus días. El diseñador es un buen amigo, casi un hermano, para la Princesa Carolina de Mónaco desde que Karl se pusiese al frente de Chanel allá por 1983. Desde entonces su relación se fue estrechando, tanto, que el káiser fue uno de los apoyos fundamentales de la Princesa cuando en 1990 Stéfano Casiraghi perdía la vida en un accidente de tráfico. 9 años después, en 1999, Carolina de Mónaco vistió Chanel para su boda con el Príncipe Ernesto de Hannover. Ya a principios de los año 2000, Karl se convirtió también el Director creativo del conocidísimo Baile de Rosa, supervisado y organizado por la Princesa desde 1982, cuando fallecía Grace Kelly. Una relación estrechisima que mantuvieron, por supuesto, hasta el final de lo días del diseñador.