Sin embargo, y pese a su avanzada edad, no esperaba que un año y cinco meses después de subir al trono, 9 meses después de su coronación y sin haber pasado 3 meses desde su 75 cumpleaños, tuviera que enfrentarse a un cáncer. El 26 de enero de 2024 tuvo que ser operado de un agrandamiento de próstata. La intervención fue sencilla, todo salió bien y tres días más tarde recibió el alta. El problema fue que en esos días se le encontró un cáncer, una triste noticia que Buckingham Palace anunció al mundo el 5 de febrero de 2024.
"Su Majestad ha comenzado un tratamiento. Durante este tiempo, los médicos le han aconsejado que posponga sus tareas de cara al público. Durante todo este período, Su Majestad continuará realizando los asuntos de Estado y trámites oficiales con normalidad. Sigue siendo positivo con respecto al tratamiento y espera volver a desempeñar plenamente sus funciones públicas lo antes posible", indicó la Casa Real Británica, indicando así lo que puede y lo que no puede hacer Carlos III durante su tratamiento.
Por ello, va a poder seguir con su trabajo de despacho. Las icónicas cajas rojas en las que el Rey recibe toda la información que tiene y debe saber, va a seguir llegando. Va a poder firmar todo lo que haya que firmar, revisar todo lo que se le exija revisar. Salvo que empeorase, no va a haber documento que quede sin supervisión.
Por otro lado, se mantienen sus audiencias semanales con el Primer Ministro y sus reuniones con el Consejo Privado. Durante la pandemia se apostó por encuentros telemáticos con los que Isabel II mantuvo siempre el contacto, y parece que con Carlos III va a pasar lo mismo si se considera necesario. El teléfono y las videoconferencias van a ayudar a Carlos III a cumplir con su labor como Jefe del Estado.
Lo que no va a poder hacer es mantener su agenda oficial, es decir, acudir a actos oficiales presenciales. Podrá tener contacto con determinadas instituciones y con las entidades de las que es patrón real, pero no de forma presencial, y en principio sería de manera testimonial. Se intenta que Carlos III pueda centrarse en lo que solo puede hacer él, que descanse todo lo que pueda y que se reparta la carga de trabajo.
Esto implica que la Reina Camilla y el Príncipe Guillermo deben asumir más compromisos oficiales, ayudando también los Duques de Edimburgo, la Princesa Ana y los Duques de Gloucester. Por su parte, la Princesa de Gales hará lo que pueda durante su baja, y tras la Semana Santa de 2024, volverá con más compromisos. Los miembros de la Casa Real Británica que sí pueden cumplir con su agenda deben estar más presentes que nunca. Se estudiará si Carlos III puede acudir a actos clave, lo que se verá a su debido tiempo.
La Casa Real Británica enfatizó que Carlos III quiere retomar sus compromisos públicos, pero todos son conscientes de que buena parte de lo agendado tiene que ser pospuesto. En ese sentido, el Monarca "quisiera pedir disculpas a todos aquellos que puedan sentirse decepcionados o molestos como consecuencia de ello". Teniendo en cuenta que su ausencia se debe a que tiene cáncer, nadie podrá sentirse molesto por la ausencia del Rey.
Luego están los viajes oficiales y las Visitas de Estado. Carlos III quería ser un rey viajero y en el inicio de su reinado lo estaba logrando con tres Visitas de Estado al extranjero más su papel como anfitrión de dos Visitas de Estado a Reino Unido. Sus planes en ese plano deben quedar aparcados, pero eso no quita para que otros miembros de la Casa Real Británica reciban o viajen, por lo que la actividad diplomática de Reino Unido en ese aspecto no queda bloqueada.
Nada de regencia
Luego están los Consejeros de Estado. La Reina Camilla, el Príncipe de Gales, el Príncipe Harry, el Príncipe Andrés y la Princesa Beatriz son quienes por ser consorte y su lugar en la línea de sucesión, donde no se cuenta a los menores de edad, pueden sustituir al Rey. Teniendo en cuando que el Duque de Sussex y el Duque de York abandonaron la Casa Real Británica por distintos motivos, y Beatriz de York nunca formó parte de ella, por lo que no se cuenta con ellos, se estableció la Ley de Consejeros del Estado de 2022 para que la Princesa Ana y el Príncipe Eduardo pudieran ejercer.
Pese a que llegado el caso, Camilla, Guillermo, Eduardo o Ana están listos, el plan es no echar mano de los Consejeros de Estado, y menos de una regencia. De momento todo se va a quedar como está. No se hizo en los últimos meses de vida de Isabel II, y no se estudia que Carlos III sea sustituido.