Carlos III no empezó su reinado de la mejor manera. Después de 70 años y 214 días esperando el trono, lo alcanzó de la única forma que cabría esperar en la Monarquía británica: con la muerte de la Reina Isabel II.
Fueron momentos de tristeza y dolor por la pérdida de su madre y de su Reina, y en aquellos días en los que el mundo entero miraba hacia Reino Unido en general, y hacia Carlos III en particular, cometió dos errores que provocaron que la gente pensara que el carácter del Monarca no era precisamente agradable.
En su ceremonia de proclamación en el Palacio de St James, celebrada el 11 de septiembre de 2022, se dio cuenta de que en el momento de firmar le molestaba el tintero y pidió de malas formas que se lo retiraran. Aquello no gustó.
Dos días después se encontraba con la Reina Camilla en Hillsborough Castle, y cuando tenía que firmar se equivocó de fecha al creer que era 12 de septiembre en lugar de 13. No le hizo mucha gracia, pero fue peor cuando se dio cuenta de que la pluma estilográfica le había manchado la mano : "¡Odio esto! ¡No puedo soportar esta maldita cosa!", manifestaba enfadado quizás sin pensar que estaba siendo grabado. Aquello tampoco gustó.
Las plumas que fallaron de manera frustrante
Si ya poco después quiso hacer una broma cuando volvió a encontrarse con una pluma estilográfica, de la que dijo que era un artilugio muy caprichoso, algo más de un año después de aquellos incidentes ha querido reírse de sí mismo durante el discurso que pronunció durante su visita a Manor House, la residencia oficial del alcalde de la City de Londres.
"I can't bear this bloody thing!": King Charles' signing ceremony at Northern Ireland's Hillsborough Castle made one thing clear ? even royalty can't escape the frustration of an inadequate pen. pic.twitter.com/nzygNTLslX
? CBS News (@CBSNews) September 13, 2022
En sus palabras recordó aquellos incidentes para quitar hierro al asunto: "El sentido del humor británico es mundialmente conocido. No es lo que hacemos, es lo que somos. Nuestra capacidad para reírnos de nosotros mismos es una de nuestras grandes características nacionales. Menos mal, dirán ustedes, dadas algunas de las vicisitudes a las que me he enfrentado este último año con plumas estilográficas que fallaban de manera frustrante ". Y así trató de hacer olvidar aquellos momentos que tan malas críticas le generaron en un tiempo en el que debía despertar simpatías.