El Rey está llevando a cabo una reestructuración de la Monarquía con la finalidad de abaratar costes, lo que podría implicar despidos de personal.
El reinado de Carlos III de Reino Unido comienza a asentarse y está llevando a cabo diversos cambios con los que hacer suya la corona. Las finanzas de la Monarquía son una de las grandes preocupaciones del sucesor de Isabel II, por lo que está emprendiendo diversas medidas con las que aplicar una política de reducción de costes en las diversas residencias reales con las que cuenta la Familia Real Británica. Precisamente, el personal de los palacios que se encuentran al servicio de la realeza serían los principales damnificados, ya que el nuevo Monarca estaría dispuesto a llevar a cabo despidos.Tal y como han apuntado varios medios británicos, la plantilla del Castillo de Windsor, una de las residencias predilectas de la difunta Isabel II, se encuentra bastante preocupada por su futuro y por los cambios que pueda hacer el Rey. De hecho, temen que puedan ser despedidos en las próximas semanas, especialmente las damas de honor de la difunta Reina y el resto del personal que estuvo al servicio directo de Su Majestad.
Los nuevos aires de la Monarquía británica incluyen también cambios en el estilo de vida del Rey Carlos III y la Reina consorte Camilla. Los nuevos Soberanos no tienen intención de disfrutar de largas estancias en el Castillo de Windsor, a diferencia de lo que hacía su predecesora, por lo que el despido de parte del personal de la residencia estaría justificado en el poco uso que van a dar a este histórico recinto real, que presume de ser uno de los palacios reales habitados durante más tiempo ininterrumpido de Europa.
Carlos III y su política de despidos
La nueva información de los posibles despidos que podrían ejecutarse en las próximas semanas en el Castillo de Windsor ha trascendido semanas después de la polémica que se suscitó por la reducción de personas de Clarence House, la residencia en la que el Rey Carlos III y la Reina consorte Camilla vivieron durante el período en que ostentaron la dignidad de herederos de Isabel II.
Una semana después de que se produjera el fallecimiento de la Reina Isabel II, que tuvo lugar el 8 de septiembre de 2022 en el Castillo de Balmoral, el Rey Carlos III comunicó a cerca de 100 empleados de su antigua residencia que podrían ser despedidos. Debido a la polémica que se generó, Clarence House tuvo que confirmar que muchos de estos despidos serían "inevitables", pero que los afectados obtendrían la correspondiente indemnización.Dado que el índice de popularidad de Carlos III está muy por debajo de los datos de los que gozaba su madre, con este tipo de medidas no parece que se vaya a ganar el favor de su pueblo, que continúa llorando y extrañando a su difunta y legendaria Reina. A pesar de que ciertos cambios sean necesarios, los titulares que están generándose en torno a la nueva política del Rey para su Monarquía podrían provocar que el afecto y cariño que la ciudadanía sienta por él no aumente.