Galería: La Familia Real Española en imágenes
De un tiempo a esta parte son numerosos los libros que se escriben sobre la Familia Real y sus allegados. Algunos son positivos, otros negativos y otros cuentan lo que ocurrió, ni más, ni menos. Uno de esos es 'El Rey ante el espejo', libro con el que Ana Romero narra cómo han sido los tres primeros años de reinado de Felipe VI.
En este libro hay cosas buenas y cosas malas, que es lo que le ha tocado vivir al Rey en un todavía corto reinado. En él aparecen las Infantas Elena y Cristina, hermanas muy queridas por Felipe VI y que son bien conocidas por Carlos García Revenga, que trabajó durante décadas en la Casa del Rey hasta que fue relevado de sus funciones.
Quizás por eso quiso estar presente en la presentación del libro, que tuvo lugar en el Ateneo de Madrid este jueves 18 de diciembre y donde Bekia estuvo presente. El extrabajador de la Casa de Su Majestad el Rey se sentó en las primeras filas, y se mantuvo callado y atento a todo lo que explicaba Ana Romero, así como a sus respuestas ante las preguntas de la prensa.
En más de una ocasión, Ana Romero se refirió a él por si podía aportar un punto de vista más cercano, ya que como trabajador de la Casa del Rey e íntimo amigo de las Infantas Elena y Cristina, nadie mejor que él para aclarar ciertos puntos. Revenga, muy discreto, ha rehusado hacer cualquier tipo de declaración.
Su amarga salida de Casa Real
Carlos García Revenga trabajó para las Infantas Elena y Cristina durante décadas, lo que le convirtió no solo en colaborador leal, sino en un buen amigo. Saltó a la fama a su pesar cuando su nombre apareció como tesorero del Instituto Nóos, lo que le llevó a tener que declarar como imputado. El juez Castro le levantó la imputación al no encontrar indicios de delito contra él, aunque el daño ya estaba hecho.
Aunque fuera inocente, su relación con el Caso Nóos le llevó a ser visto con recelo en Casa Real, aunque siguió conservando su trabajo hasta que ya no fue necesario. Con la proclamación de Felipe VI, las Infantas Elena y Cristina salían de la Familia Real, y por tanto su labor terminaba. De todos modos, todavía aguantó unos meses, ya que su despido se produjo el 5 de enero de 2015, embarcándose en una lucha judicial contra la Casa Real para que le abonasen su indemnización. Tras dos décadas al servicio de la Corona, su marcha fue un duro mazazo para él, aunque conserva la amistad de la Duquesa de Lugo y de Cristina de Borbón.