Los Duques de Cambridge y el Príncipe Harry llegaron a Palacio en el mismo vehículo y con una gran sonrisa, dejando claro que era una de las celebraciones más emotivas a las que podrían acudir puesto que 70 años de matrimonio es algo que muy pocas parejas consiguen celebrar.
Para la ocasión Kate Middleton apostó por un vestido negro largo con manga larga de encaje. Un look muy sobrio y elegante que completó con una joya que pertenece a la propia Reina Isabel. No es la primera vez que la Duquesa luce joyas de la abuela de su marido y en esta ocasión se ha tratado de un collar de perlas con cuatro vueltas con broche de diamantes.
Una colección de sellos conmemorativos
Asimismo, con motivo de este 70 aniversario de boda, el Gobierno británico ha lanzado una colección especial de seis sellos con fotografías en blanco y negro en las que se muestran dos momentos de la pedida de mano, dos de la boda y otros dos de su luna de miel. Y a todo ello se sumó un repique de campanas en Londres a la una de la tarde en honor a la Reina y su marido, que han querido pasar el día en la más estricta intimidad.