Los cuatro reyes aparecieron en Villa Byströmn, situada en Djurgården, Estocolmo. Nada más llegar volvió a verse la cordialidad entre los Reyes Felipe y Letizia y Silvia de Suecia, con la que bromearon antes de los saludos a los restantes invitados. Allí estaban también la Princesa Victoria, el Príncipe Daniel, el Príncipe Carlos Felipe y la Princesa Sofia. La pareja heredera y los Duques de Värmland han tenido una importante participación en esta Visita de Estado, y han estado tanto en parte de la ceremonia de bienvenida, así como en la cena de gala en el Palacio Real, el almuerzo en el Ayuntamiento de Estocolmo y por supuesto en este último acto antes de la despedida.
Durante los saludos hubo una pequeña anécdota cuando a la Reina Letizia se le abrió el bolso y su contenido cayó al suelo, comprobando que guardaba su móvil y un pintalabios. Además, hubo muestras de complicidad no solo entre los cuatro Reyes, sino también con las dos parejas principescas. De hecho, se vio lo atenta que Doña Letizia fue con Victoria de Suecia en este último acto juntas.
Los Reyes Felipe y Letizia se despidieron casi del todo en Villa Byströmn, conocida así en honor al que la construyó, Johan Nyklas Byströmn. Esta residencia fue propiedad de la Familia Real Sueca. Allí vivieron Carlos de Suecia, hijo del Rey Oscar II, con su esposa, Ingeborg de Dinamarca, y sus hijos Margarita, Marta, Astrid y Carlos. Marta de Suecia fue esposa de Olaf V de Noruega y madre del Rey Harald V de Noruega, mientras que Astrid de Suecia fue consorte de Leopoldo III de Bélgica y madre de los Reyes Balduino y Alberto de los Belgas, así como de la Gran Duquesa Josefina Carlota de Luxemburgo, a su vez progenitora del Gran Duque Enrique I de Luxemburgo.
Llamado también Palacio de Carl en honor al Príncipe Carlos de Suecia, en 1928 fue comprada por el Rey Alfonso XIII, bisabuelo del Rey Felipe VI, convirtiéndose en la residencia del Embajador de España en Suecia. No es la única vinculación de los Borbones con esta residencia, ya que Alfonso de Borbón, nieto de Alfonso XIII y primo hermano del Rey Juan Carlos, con el que tuvo sus más y sus menos por el peligro que supuso para la sucesión, vivió aquí cuando asumió el cargo de Embajador.
Un cálido adiós
La despedida, ya sí que sí, no fue discreta como la llegada, sino todo lo contrario. Los Reyes de Suecia quisieron darle toda la solemnidad a la partida de los Reyes de España, y por eso les acompañaron al aeropuerto de Arlanda para decirles adiós de la forma más cálida posible y agradecerles su visita.
Allí se escucharon los dos himnos nacionales, el Rey de España y el Rey de Suecia pasaron revista a las tropas y cumplidos estos trámites, Don Felipe y Doña Letizia y Carlos Gustavo y Silvia de Suecia se despidieron con besos y abrazos, mostrando una calidez y cordialidad que demuestra la buena relación entre la Casa Real Española y la Sueca.