El Conde de Wessex ha asumido la presidencia del Royal Windsor Horse Show, ostentando el cargo que anteriormente ejerció el Duque de Edimburgo.
El hijo menor del Duque de Edimburgo sigue con orgullo los pasos de su padre, fallecido el 9 de abril de 2021 a los 99 años. Además de lo relativo a la celebración del Premio Duque de Edimburgo, el Príncipe Eduardo asume la presidencia del Royal Windsor Horse Show, honor que su padre ostentó durante más de 35 años y que ha hecho especial ilusión recibir al Conde de Wessex.
"Me siento orgulloso y honrado al haber sido invitado a convertirme en el cuarto presidente en la historia del espectáculo y haré todo lo posible para tratar de mantener la reputación del espectáculo en la comunidad ecuestre y más allá, algo que apasionaba a mi padre", aseguraba el Príncipe Eduardo al recibir la noticia de su nombramiento como presidente de uno de los acontecimientos favoritos de su padre.Hasta ahora, tanto el Conde de Wessex como Sophie de Wessex habían ostentado la vicepresidencia del concurso, al que siempre han estado estrechamente vinculados, tal y como ha reconocido el propio Simon Brooks-Ward, director del espectáculo: "Nos sentimos honrados y encantados de que el Príncipe Eduardo haya aceptado la Presidencia de nuestro concurso, ya que siempre ha estado involucrado en su organización", señaló sobre el nombramiento.
Un nombramiento que reconoce la preocupación del Príncipe Eduardo por el futuro del evento, cuyo director ha asegurado que estará en buenas manos con la presidencia del Príncipe Eduardo y que llega en una edición clave, ya que en la competición de 2022, además de la competición tradicional, se incluirán actividades en honor a la Reina Isabel con motivo de su Jubileo de Platino.Un título a la espera
El Príncipe Eduardo fue llamado a suceder al Príncipe Felipe. Lo hizo a cargo del Premio Duque de Edimburgo, su mayor legado, y también con respecto al Ducado de Edimburgo, título que el consorte de la Reina Isabel quiso que heredara su hijo menor cuando llegara el momento. Sin embargo, no llega a él directamente, sino que tiene que esperar a que el Príncipe Carlos, heredero de todos los títulos de su padre, sea Rey. Una vez que eso ocurra, el entonces Monarca puede ceder el Ducado de Edimburgo a su hermano.