Los Reyes agasajaron al presidente de Israel y su esposa, Nechama Rivlin, con una cena en su honor en el Palacio de Oriente.
Horas después del recibimiento oficial que los Reyes Felipe y Letizia dispensaron al presidente de Israel, Reuven Rivlin, y a su esposa, Nechama Rivlin, con motivo de su Visita de Estado a España, los cuatro regresaron al Palacio de Oriente para participar en la cena de gala que la Casa de Su Majestad el Rey ofreció para agasajar a los invitados.
Don Felipe y Doña Letizia fueron desde La Zarzuela, donde horas antes habían almorzado con los visitantes, mientras que los Rivlin llegaron desde el Palacio Real de El Pardo, donde se alojan las autoridades que realizan Visitas de Estado a España. Una vez en el Palacio Real, los Reyes se volcaron para agasajar a sus invitados, sobre todo en el caso de Nechama Rivlin, que padece fibrosis pulmonar desde hace 10 años y está delicada de salud.Para una noche tan especial, Doña Letizia recurrió a un diseño de Lorenzo Caprile que tenía en su fondo de armario. Se trata de una falda estilo sirena con bordados florales blancos que lució como Princesa de Asturias durante su viaje oficial a Nueva York en 2004. Completó su estilismo con un corsé negro con detalles de cristal.
Uno de los detalles que la hizo majestuosa fue la elección de la tiara que lució en la cena de gala. Se trata de la diadema floral de Mellerio, una pieza que Franco regaló a la Reina Sofía con motivo de su boda con Don Juan Carlos en 1962. Se trata de una joya multiusos, que se puede convertir en collar o en tres broches. Además, lleva el broche de la Flor de Lis, símbolo de los Borbones.Un banquete de altura
Además de los Reyes y sus invitados, otros de los presentes fueron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; la presidenta del Congreso, Ana Pastor, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que horas antes había hecho entrega al presidente de Israel de la Llave de Oro de la Villa de Madrid; la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín; el jugador de baloncesto Sergio Llull, así como el que fuera ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.
Durante la cena, el presidente israelí ofreció unas palabras a los presentes en las que agradeció el recibimiento dispensado en España y habló sobre las buenas relaciones entre el Estado de Israel y nuestro país, establecidas desde 1986. Lo más importante fue que al empezar comentó que España era un solo país para ellos y que el Rey es el símbolo de esa unidad, un detalle que Felipe VI agradeció. Finalizó con un brindis, en el que chocó su copa contra la de la Reina Letizia, que una vez más prefirió no beber, ya que es abstemia.
El menú consistió en flor de huevo campero con tupinambas rotas, salmón y terciopelo de calabaza. Después se sirvió merluza con guiso de boletus y castañas, y para terminar, piña, membrillo y granada. Para ambientar, sonaron canciones españolas, pero también temas de los cantantes judíos Barbra Streisand y Leonard Cohen.