Si bien la Reina Isabel ya se dejó ver en en la London Fashion Week de 2018 para premiar al diseñador Richard Quinn, su nuera, Carmilla Parker Bowles, le ha sustituido en el front row de 2019. Esto es una clara evidencia de que la Casa Real Británica está realmente comprometida con la promoción de la moda local y que el relevo generacional está vez más cerca.
La Duquesa de Cornualles ha captado todas las miradas del desfile con un vestido azul marino de manga larga del diseñador Bruce Oldfield que ha acompañado con un collar de perlas, zapatos de tacón y clutch negro. El motivo de su asistencia ha sido para honrar con el Premio Reina Isabel II al diseño británico a Bethany Williams. Esta diseñadora con sede en Londres está especializada en la moda ética y sostenible.
La Familia Real Británica, comprometida con la moda
La realeza ha acudido a este esperado acontecimiento de la moda debido al anuncio que hizo en febrero de 2018 Buckingham Palace: "El Premio Reina Isabel II, iniciado en reconocimiento del papel que desempeña la industria de la moda en la sociedad y la diplomacia, se otorgará anualmente a un diseñador de moda británico emergente que muestra un talento y una originalidad excepcionales ".
Sin embargo, esta no es la primera vez que la esposa del Príncipe Carlos acude a un acontecimiento relacionado con la moda. En noviembre de 2018 también se dejó ver en el desfile de Julien Macdonald en beneficio de la Sociedad Nacional de Osteoporosis, de la que es presidenta.