El Príncipe Harry se reunió con el Primer Ministro Británico, Boris Johnson, y con líderes de Malawi, Mozambique y Marruecos para hablar sobre energías renovables, empleo, turismo y medio ambiente con motivo de la Cumbre de Inversión Reino Unido-África. Finalizado este compromiso y tras una reunión en Kensington Palace abandonó el país y puso rumbo a Canadá para reencontrarse con Meghan Markle y Archie.
Mientras el Duque de Sussex volaba, otros miembros de la Familia Real Británica ejercieron como anfitriones de la recepción celebrada en el Palacio de Buckingham con motivo de la citada cumbre. Los encargados de presidir el acto fueron los royals de mayor rango que allí se encontraban: los Duques de Cambridge.
En ausencia del Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles, y sobre todo de la Reina Isabel, que permanece en Sandringham y desde allí atiende los asuntos de la Jefatura del Estado, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton fueron los perfectos anfitriones para los mandatarios desplazados a Reino Unido para la cumbre inversora.
Aunque el Príncipe Harry ha puesto de manifiesto su pasión por África, no menos amor siente por este continente el Príncipe Guillermo, que no dudó en tirar de recuerdos personales para su discurso. El Duque de Cambridge recordó que fue a África donde el Príncipe de Gales les llevó después de la muerte de su madre. Fue también allí, concretamente en Kenia, donde el Príncipe Guillermo pidió matrimonio a Kate Middleton en 2010, algo que también comentó.
La Duquesa de Cambridge resplandeció con un vestido rojo de Needle & Thread, el mismo color aunque de otro tono que llevó la Condesa de Wessex, que fue más sencilla. Kate Middleton mostró su complicidad con su tía favorita, con la que se lleva muy bien. Fue precisamente un buen momento para mostrar a los royals más comprometidos con la Corona en una noche en la que no faltaron el Príncipe Eduardo y la Princesa Ana.
Con los Duques de Sussex fuera de juego después de su acuerdo de salida y el Príncipe Andrés apartado de los actos oficiales, no hay duda de que los Cambridge, los Wessex y la Princesa Ana son, sumados al Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles, los mejores representantes posibles que puede tener la Reina Isabel.