Después de un largo periodo de tiempo sin saber del jefe de la Casa Real de los Hannover, una periodista alemana se lo ha encontrado de casualidad en un centro terapéutico. Natasha Groess, que así se llama la comunicadora, iba al spa del centro Vivamayr en Altausse (Austria) cuando de sorpresa se topó en el gimnasio con Ernesto de Hannover. Este centro médico se encuentra en una posición privilegiada al lado de un gran lago, y estar dos semanas ahí tiene un coste de casi 6.000 euros.
El marido de Carolina de Mónaco, el cual pesa ahora tan solo 60 kilos, no tuvo reparos en ser entrevistado por Natasha Groess cuando esta se lo pidió. El principal objetivo de Ernesto de Hannover es recuperar su forma muscular y ha dicho: "Estoy en las mejores manos del servicio de salud. El personal esta bien formado y es muy amable conmigo". Igualmente, quiso explicar su incidente por el cual fue detenido afirmando que junto alcohol con unas pastillas que tomaba por la operación de cáncer a la que tuvo que someterse.
Sus problemas familiares continúan
Pero sus problemas más graves ahora son con su familia. Por un lado en febrero de 2021 interpuso una demanda legal contra su hijo al que le pide que le devuelva cinco millones de euros por haberle dejado en herencia, mientras todavía vivía el castillo de Marienburg. Asimismo, también acusa a su primogénito de sus últimos incidentes alegando que él fue quien incitó a su personal a que bebiera más de lo que debía.