Hay hermanos que crecen unidos y que mantienen esa relación cercana durante toda la vida. Otros no lo están nunca, y hay quien siempre se llevó bien, pero acabó separado en la edad adulta por las circunstancias de la vida. El Rey Felipe y la Infanta Cristina siempre se llevaron muy bien. Estuvieron cerca pese a la distancia física que se impuso con los estudios en el extranjero de Don Felipe y su formación militar y con la salida de la Infanta Cristina de Madrid en 1992 para no volver jamás a residir en la capital de España.
Los años pasaron y las circunstancias, empezando por tensiones familiares y acabando por el caso Nóos, les separaron. La Infanta Cristina fue apartada a nivel institucional, y también familiar, al menos por Don Felipe. Cristina de Borbón se unió más a la Infanta Elena, y fue protegida por los Reyes Juan Carlos y Sofía. Urdangarin fue condenado, mientras que la Infanta Cristina salió absuelta. Pese a ello, su suerte parecía unida a la de su marido... hasta que dejó de serlo. El matrimonio Urdangarin de Borbón se disolvió en diciembre de 2023, y con ello, se abrió el camino para un acercamiento entre hermanos en público.
En privado, las cosas estuvieron mal, muy mal, pero no tanto como en los peores momentos del Caso Nóos. En público debía haber distancia, y la Infanta Cristina no podía ni debía ser fotografiada con los Reyes Felipe y Letizia. Se hizo una excepción en el 80 cumpleaños de la Reina Sofía, una ocasión en la que todo el mundo podría entender que los hijos y nietos de Doña Sofía aparecieran juntos en la misma foto. Pero hasta ahí.
Y entonces llegó la boda de Victoria López-Quesada y de Borbón-Dos Sicilias y Enrique de la Cova, celebrada el 31 de agosto de 2024 en la finca Soto Mozanaque (Madrid). La novia es hija de Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada, primos segundos e íntimos amigos tanto del Rey, como de la Infanta Cristina. Además, Victoria, que fue parte del cortejo nupcial en la boda de Don Felipe y Doña Letizia, es ahijada del Monarca, así que tenía que estar presente en el enlace.
Juntos en el coche y en una foto oficial
Lo curioso y llamativo fue ver aparecer juntos, en el mismo coche, a los dos hermanos. El Rey conducía y ella iba de copiloto comentando algo. Sabían que había fotógrafos, sabían que les iban a fotografiar juntos, y sabían el efecto que iba a tener. Era un primer acercamiento público, pero no el único.
Se distribuyeron a través de Casa Real, lo que no deja de ser llamativo, unas fotos oficiales de la boda tomadas por Bibiana Fierro. Se pudo ver a la novia con el traje de Caprile que llevó su madre en su boda con Pedro López-Quesada, arreglado para la ocasión, la tiara de botones de diamantes de la familia de Borbón-Dos Sicilias y el velo con el que se casó su abuela, Ana de Orleans, con el Infante Carlos.
En otra imagen se ve al Rey Felipe VI posando con la novia, su ahijada, con Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada y con el hijo menor de estos, Pedro López-Quesada. El Monarca aparece en otra de las fotos, donde se le ve en un amplio posado en el que están con los novios con sus familiares cercanos, y con los miembros de la familia de Borbón y Grecia que acudieron.
El Rey fue colocado de pie entre la novia y su padre, lo que denota la importancia que se dio a su presencia. Sentadas delante están la madre de la contrayente, Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que estaba absolutamente radiante, la Infanta Elena y la abuela de la novia, Ana de Orleans. Al otro lado se sentaron la Reina Sofía y la Infanta Cristina. Así, casi 6 años después de la última vez, los hermanos de Borbón y Grecia han posado juntos, escenificando así la reconciliación pública entre Felipe VI y la Infanta Cristina.