El Príncipe Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher se convirtieron en marido y mujer el pasado martes tras darse el 'sí, quiero' en una íntima ceremonia civil celebrada en la villa Rothschild Kempiski, en el cantón alemán de Taunus. Cuatro días después, la regia pareja ha oficializado su amor también a los ojos de la Iglesia.
Los novios han estado acompañados de sus respectivas familias, por un lado los Lademacher y por otro los miembros de la Casa Ducal de Luxemburgo, además de por otros miembros de la realeza europea con los que están emparentados, y amigos de los contrayentes.
Claire Lademacher eligió a Elie Saab para su vestido de novia
Puntual como pocas, Claire Lademacher llegó al templo a las 11:00 horas. Se desvelaba así el gran secreto de toda boda, el traje de novia. La alemana eligió a Elie Saab para que diseñara su atuendo, al igual que hizo su cuñada Stéphanie para su boda con el Príncipe Guillermo de Luxemburgo hace 11 meses.
El vestido es blanco, todo de encaje y sin escote. Aunque la novia ha apostado por la sencillez, el velo era largo y bordado, y estaba sujeto a una tiara floral del siglo XIX con pendientes de brillantes. Para el ramo, flores blancas, todo un acierto.
La ya Princesa de Luxemburgo acudió del brazo de su padre, Hartmut Lademacher, henchido de orgullo y felicidad por casar a su hija. Los pajes fueron los Príncipes Gabriel y Noah, vástagos de los Príncipes Luis y Tessy de Luxemburgo.
La pareja se ha dado el 'sí, quiero' en francés y alemán y ha contado como testigos al Príncipe Sebastian, a Félix Lademacher, Louis Doimi de Frankopan, Richard Thistlethwaite, Xavier y Peter Cauro por parte del novio, mientras que la novia ha elegido a la Princesa Alejandra de Luxemburgo, Ana María Pamin, Patricia Caspar, Andrea Latten, María Sánchez y a Lola Toscani.
Tras la ceremonia, los ya marido y mujer han salido de la histórica basílica en la que se han casado cogidos de la mano y derrochando felicidad. El Príncipe Félix y Claire Lademacher saludaron a los ciudadanos que se acercaron a ver el enlace y no dudaron en darse un tierno y romántico beso. Además, mostraron su euforia y felicidad por haber cumplido el sueño de casarse y realizaron su primer posado como matrimonio. Posteriormente han disfrutado de un banquete en el convento real de Saint-Maximin.