Además, a pesar de que la contrayente es sobrina segunda de la Reina y el Duque de Edimburgo y prima segunda del Príncipe Carlos, la Princesa Ana, el Príncipe Andrés y el Príncipe Eduardo, ha habido una nutrida presencia de los miembros principales de la dinastía Windsor, encabezados por la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, que han vuelto a la Capilla de St. George para su tercera boda real en un año.
Sin embargo, no se ha perdido el acontecimiento y ha mostrado el mismo buen aspecto que lució con motivo de su reaparición en Windsor Castle en una audiencia a los componentes de la Orden del Mérito y en su primer encuentro oficial con su octavo bisnieto Archie Harrison.
Hablando de Archie Harrison, debido al nacimiento del bebé el pasado 6 de mayo de 2019, no estaba claro si el Príncipe Harry iba a ir a la boda, sobre todo teniendo en cuenta que la novia es su tía tercera. Finalmente ha querido estar, quizás por el cariño que le tiene y sobre todo porque Frogmore House está a dos pasos de Windsor Castle. Además, es allí donde tiene lugar la recepción nupcial. El Duque de Sussex no contó con Meghan Markle, que se quedó con Archie, así que llegó a la Capilla de St George con Sophie Winkleman, esposa de Lord Frederick y por tanto cuñada de la contrayente.
Detrás de ellos estaban el Príncipe Eduardo, la Princesa Ana y Sir Timothy Laurence. También acudieron el Duque de York, Sarah Ferguson, la Princesa Beatriz y Edoardo Mapelli Mozzi, así como Lady Amelia Windsor y los Gloucester. No faltaron los Middleton, muy buenos amigos del novio y vinculados con la novia por el matrimonio de Kate Middleton con el Príncipe Guillermo.
Entre los presentes destacaron la madre y el hermano de la novia, la Princesa Michael de Kent y Lord Frederick Windsor, que llegaron juntos a la Capilla de St George, donde esperaron con emoción la llegada de la novia, Lady Gabriella Windsor, que hizo su entrada del brazo de su padre, el Príncipe Michael de Kent.
Un vestido deslumbrante y una posboda con brunch
La novia ha deslumbrado con un vestido firmado por Luisa Beccaria, que ha creado para Lady Gabriella un traje de encaje con flores bordadas. El plato fuerte ha sido la cola de 6 metros formado por capas de tul blanco. Sin duda, todo un acierto. Además, había una gran expectación por saber si Lady Gabriella iba a lucir tiara y si iba a pedir prestada alguna a la Reina Isabel o preferiría quedarse con la que tiene a su disposición como miembro de la saga Kent.
Finalmente no ha habido sorpresas y la hija del Príncipe Michael de Kent apostó por la tiara City of London Fringe. Esta joya fue regalada por la City de Londres a la Princesa Marina de Grecia con motivo de su boda con el Príncipe Jorge de Kent en 1934. La tiara, de inspiración rusa con diamantes incrustados en oro y plata que han portado no solo Marina de Kent, abuela de la contrayente, sino también la Princesa Alexandra de Kent y la Princesa Michael de Kent, madre de Lady Gabriella.
El novio estuvo acompañado de sus padrinos, Benjamin Crow, Daniel Crow y Jamie Campbell, mientras que las damas de honor fueron Isabella Windsor, Maud Windsor, Leonora Weisman, Aurelia del Drago, Eliza Goldsmith y Emily Conolly. Los pequeños pajes fueron Frederick Murray, Rafferty Murray y Karim Khawaja, mientras que Estella Taylor, Jessie Conolly y Hannah Conolly tuvieron el honor de ser nombrados invitadas especiales, como ocurrió con Lady Louise Mountbatten-Windsor en la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank.
La boda de Lady Gabriella Windsor y Thomas Kingston se corona con una recepción en Frogmore House más un brunch para el domingo 19 de mayo de 2019, día en el que por cierto hará un año que se dieron el 'sí, quiero' los Duques de Sussex. La hija de los Príncipes de Kent quería lucirse en su enlace, y por eso, además de llevar un vestido para la ceremonia religiosa, reservó otro vestido para la recepción, otro nocturno más uno especial para el brunch, todos ellos firmados por Luisa Beccaria. Sin duda, un enlace para recordar.