Media hora más tarde hicieron su aparición el Príncipe Guillermo y Kate Middleton. La Princesa de Gales estaba radiante con un traje rosa. La Princesa de Gales hizo la reverencia primero al Rey Abdalá y después a la Reina Rania. Compartieron una agradable charla en la que quizás salió a relucir el tiempo que pasó la Princesa Kate en su infancia en Jordania y su viaje con el Príncipe Guillermo y sus tres hijos.
Posteriormente hicieron su aparición los Príncipes Federico y Mary de Dinamarca, con los que también hubo charla, seguidos de la Princesa Hisako Takamado de Japón y su hija Tsuguko, Alois y Sofía de Liechtenstein. No faltó Haakon de Noruega. La sorpresa llegó con la presencia de Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi, que también han querido estar presentes a pesar de que son los Príncipes de Gales quienes representan a la Casa Real Británica. Más tarde llegaron los Príncipes Victoria y Daniel y la Reina de Bhutan, así como los Reyes de Malasia.
Seguidamente entraron el Rey Felipe de los Belgas y la Princesa Elisabeth, espléndida con un traje fucsia. La Duquesa de Brabante, que debutó como heredera en una boda real en el extranjero, se lio al ir a saludar a Rania de Jordania. Cuando le iba a hacer la reverencia, la Reina Rania le dio dos besos. Tras ellos llegaron los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda y el Sultán de Brunei y su hijo, que fueron más breves. Pese a que se anunció su presencia, a la ceremonia no acudió la Princesa Amalia. Otra de las invitadas fue la Mozah, la madre del Emir de Catar.
A las 16:48 hora local entraron la Princesa Iman de Jordania y su esposa, Jameel Alexander Thermiotis, que protagonizaron la anterior boda real jordana en marzo de 2023. Saludaron con mucho cariño a los Reyes en el hall de Zahran, donde separaron sus caminos.
Y entre royals, apareció seis minutos antes de las 17:00 horas la Primera Dama de Estados Unidos, Jill Biden, que si estuvo en la Coronación de Carlos III con una de sus nietas, no dudó en aceptar la invitación para la boda del Príncipe Heredero de Jordania y acudir con su hija Ashley Biden.
Tras la recepción, los Reyes Abdalá y Rania salieron a los jardines camino al lugar en el que se celebraba la ceremonia. Poco después llegó el Príncipe Hussein, el novio, vestido con uniforme militar, que caminó solo y rápido. A su llegada al espacio del palacio en el que tuvo lugar en enlace, fue saludado con un beso por su padre, el Rey Abdalá. Tomó entonces asiento cerca del Rey, dejando un espacio en el centro para la novia, Rajwa al Saif. También se encontraba sentado el imán de la corte, Ahmed Al Khalaileh, que se encargó de oficiar la ceremonia, y el padre de la novia.
Mientras sonaba la música, ha aparecido la flamante novia, Rajwa Al Saif, que se ha bajado de un Rolls-Royce Phantom V de 1968. Se ha podido ver entonces su impresionante vestido cuya cola era colocada por las hermanas del novio, la Princesa Iman y la Princesa Salma. La novia iba del brazo de su otro cuñado, el Príncipe Hashem, con el que ha recorrido los hermanos jardines del Palacio de Zahran. Su vestido, firmado por Elie Saab, tenía escote asimétrico, manga larga y un bonito drapeado. No prescindió del ramo, pero sí de los tacones, optando por un zapato plano.
La novia, que ha llegado a la ceremonia como Rajwa Al Saif y saldrá de ella como Su Alteza Real la Princesa Rajwa al Hussein, ha sido la única invitada que llevaba tiara. El cortejo nupcial ha recorrido los jardines del recinto palaciego durante unos minutos hasta que por fin ha hecho su aparición en la zona habilitada para la boda.
A las 17:14 horas en Jordania, los invitados han aplaudido a ver a la novia. Hussein no lo ha hecho, pero ha sonreído muy emocionado al ver a la que iba a ser su esposa en pocos minutos. Los hermanos de Hussein han tomado posesión de sus asientos mientras Rajwa se colocaba junto a Hussein de Jordania. Ha comenzado entonces la ceremonia que ha guiado el imán de la corte.
El Príncipe Hussein ha pronunciado sus votos mientras Rajwa, que estaba radiante, sonreía. Al terminar esta boda realizada por el rito islámico, el kattb ktab, los invitados han aplaudido y han comenzado las firmas. El Rey Abdalá ha firmado primero, seguido del Príncipe Hussein y después de la ya Princesa Rajwa de Jordania.
A las 17:23 horas se ha procedido al intercambio de anillos. Mientras Iman de Jordania y Jameel Alexander Thermiotis tuvieron ciertos problemas para que la alianza entrara en el dedo de la Princesa Iman, el Príncipe Heredero y su esposa, nombrada Su Alteza Real la Princesa Rajwa Al Hussein, han podido hacerlo sin problemas. Mientras los ya marido y mujer irradiaban felicidad, se ha escuchado la zaghrata, un sonido que hacen las mujeres con la lengua en el mundo árabe para expresar felicidad.
Una vez finalizada la ceremonia, los ya marido y mujer han besado a sus respectivos padres y han salido del brazo entre los aplausos de los 140 invitados que han estado presentes en la boda en el Palacio de Zahran. Los novios se han desplazado a la zona habilitada para los saludos a la que pronto han acudido los Reyes Abdalá y Rania, padres del novio y anfitriones de esta boda.
La madre de la novia ha estado charlando animadamente con la Primera Dama de Estados Unidos antes de dar dos besos a Hussein y Rawja. Jill Biden ha sido de hecho de las primeras en felicitarles, antes incluso que la abuela de Hussein, la Princesa Muna. De todos modos, han ido desordenados, o al menos sin protocolo, porque los familiares directos se intercambiaban con los royals extranjeros De hecho, Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda han felicitado a los Príncipes Hussein y Rajwa de Jordania antes que el Príncipe Hashem, hermano del novio.
La caravana roja y un divertido baile de recibimiento
Finalizados los saludos, Hussein y Rawja han abandonado el Palacio de Zahran para tomar un Land Rover y participar en la llamada caravana roja con la que han recorrido las calles de Ammán. Así han podido saludar a las personas que han salido a las calles de la capital jordana para ver de cerca a los novios. En el vehículo, decorado con flores, Hussein y Rajwa han ido de pie para poder saludar a la ciudadanía. Junto a ellos, una enorme procesión que en un momento ha formado los colores de la bandera jornada. De un lado, vestidos de verde, del otro, vestido de negros, en el medio, vestidos de blanco, y formando un triángulo, los vehículos rojos, que han dejado en el medio la estrella blanca que ha sido el Land Rover de Hussein y Rajwa de Jordania.
Finalizado este recorrido, la comitiva se desplazó al Palacio de Al Husseiniya, donde se celebró un banquete con 1700 invitados. Antes de las 19:30 hora local aparecieron los Reyes Abdalá y Rania seguidos de sus hijos Iman, Salma y Hashem y de su yerno Jameel. Poco después, las gaitas y trompetas anunciaron la llegada de Hussein y Rajwa, a los que los soldados hicieron un arco de sables. Y si parecía que todo acababa, nada más lejos de la realidad. La música cambió y los novios realizaron un paseíllo mientras a cada lado se bailaba con una divertida música árabe. El matrimonio se limitaba a saludar, sonreír y caminar, mientras Rania bailaba.
Al llegar al escenario, Hussein y Rajwa saludaron a sus padres y suegros y se colocaron para un besamanos en el que recibieron la felicitación de los invitados que no estuvieron en la ceremonia de matrimonio en el Palacio de Zahran. Un banquete y una gran fiesta cerraron unos festejos que tan bien vienen al país y a la Corte Hachemí para mostrar su mejor cara al mundo entero. El esplendor de Abdalá y Rania de Jordania parece asegurado para la siguiente generación.