La Familia Real Británica ha ido llegando a cuentagotas. Más allá de los Kent y los Gloucester, han entrado los Condes de Wessex con su hijo pequeño, Jacobo Mountbatten-Windsor. Después Peter Phillips, Autumn Kelly, Zara Phillips y Mike Tindall, seguidos de la Princesa Ana y Sir Timothy Laurence. Discreta ha sido la entrada de los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex, que se han colocado a la espera de la llegada del resto de la dinastía.
Pasadas las 11:45 han entrado las damas y los pajes, acompañados de Lady Louise Mountbatten-Windsor, que les ha guiado. El viento ha jugado una mala pasada a la hija del Príncipe Eduardo, ya que una ráfaga ha levantado su vestido. El Príncipe Jorge, Louis de Givenchy, que se ha tropezado por la escalera, la Princesa Carlota, Savannah e Isla Phillips, Mia Tindall, Maud Windsor y además de Theodora Williams, hija de Robbie Williams y Ayda Field, han fomado el cortejo nupcial de damas y pajes.
Hacia las 11:49 ha entrado el Príncipe Carlos, solo, ya que Camilla Parker está en Escocia cumpliendo con compromisos oficiales que no pudo excusar. Tres minutos más tarde llegó el coche que trasladaba a la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, ambos con muy buen aspecto. En concreto, al Príncipe Felipe se le vio mejor que en la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle.
Poco después fueron sonando las fanfarrias que anunciaban la entrada que todo el mundo tenía ganas de ver, la de la novia. La Princesa Eugenia arribó a Windsor Castle junto a su padre, el Duque de York, a bordo de un Rolls Royce Phantom VI de 1977. Se descubrió entonces el secreto mejor guardado, su vestido, firmado por Peter Pilotto y Christopher de Vos. Lo más destacado, además de que no lleva la tiara York, sino la Margaret Greville's Emerald Tiara, es que ha prescincido del velo.
La puntual novia estaba nerviosa, pero feliz. No ha dejado de sonreír durante todo el paseíllo hasta el altar, donde le esperaba el enamorado novio, Jack Brooksbank. Ha sonado Pièce d'Orgue de Johann Sebastian Bach, que ha sido interpretado por Peter Roper-Curzon, primo de Sarah Ferguson. La pareja real ha escuchado también unas palabras del Dean de Windsor, justo en el mismo lugar en el que cinco meses antes, el Príncipe Carlos recogió a la solitaria Meghan Markle para acompañarla al altar.
Votos sin obediencia
Terminado el primer sermón, el novio ha entrado con su hermano y padrino, seguidos de la Princesa Eugenia, del brazo del Duque de York. Los cuatro han tomado el lugar de honor ante el altar. Los pajes y damas se han retirado y el Príncipe Andrés y la Princesa Beatriz han colocado la cola del vestido de la Princesa Eugenia. Hacia las 12:09, los novios han pronunciado sus votos, él mucho más nerviosa que ella.
"Yo, Jack Christopher Stamp te tomo a ti, Eugenia Victoria Elena, como legítima esposa a partir de este día y en adelante sosteniendo esta unión en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe, de acuerdo con la santa Ley de Dios. Y por eso me entrego a ti", ha pronunciado el novio. La Princesa Eugenia ha dicho: "Yo, Eugenia Victoria Elena, te tomo a ti, Jack Christopher Stamp, como legítimo esposo a partir de este día y en adelante sosteniendo esta unión en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe, de acuerdo con la santa Ley de Dios. Y por eso me entrego a ti". La hija del Duque de York ha sacado la machista obediencia de sus votos.
Tras la entrega de anillos y la bendición eclesiástica, se han convertido ya en marido y mujer. Para celebrarlo, Andrea Bocelli ha emocionado cantando el 'Ave María'. Las lecturas han corrido a cargo de Charles Brooksbank, que ha leído la Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses, y de la Princesa Beatriz de York, que ha recitado un extracto de 'El Gran Gatsby' de Scott Fitzgerald. A su término, los violines han inundado la Capilla de St George para acompañar de nuevo a la hermosa voz de Andrea Bocelli, que ha entonado un Panis Angelicus.
El Arzobispo de York, John Sentamu, que ha acompañado al Dean de Windsor a la hora de oficiar la boda, ha ofrecido unas plegarias. El Coro ha cantado el himno 'A Gaelic Blessing' y el Dean de Windsor ha dado la bendición final a la Princesa Eugenia, que ahora deja York para ser señora de Brooksbank por decisión propia.
Un paseo ventoso
La pareja deja el altar seguida de los Duques de York y la Princesa Beatriz para firmar en el registro, donde también lo harán los testigos; mientras, el Coro entona una hermosa pieza de Maurice Duruflé. Al finalizar, la orquesta se ha encargado de interpretar 'Pieds-en-l'air'. Cuando faltan menos de cuatro minutos para las 13:00 horas, los ya marido y mujer han vuelto ante el altar para que sonara el Himno Nacional, 'God save the Queen', que todo el mundo, a excepción de la Reina, ha cantado con fervor. Al finalizar, la Princesa Eugenia ha realizado una reverencia a Su Majestad para después ir de la mano de su marido hacia la salida de la Capilla de St George. Sus sonrisas de felicidad lo dicen todo.
Son las 13:00 horas cuando la Princesa Eugenia y Jack Brooksbank salen al exterior, donde la ventisca sigue haciendo de las suyas. Pero nada ha podido impedir que se den un romántico beso antes de bajar las escaleras. Allí les esperaba el carruaje con el que han recorrido una parte de Windsor. Las gaitas han sonado para acompañar el inicio del paseo de los contrayentes desde Castle Hill y entrando por the Cambridge Gate. Al contrario que los Duques de Sussex, no han pasado por The Long Walk. La Reina ofrece una recepción en Windsor, para por la noche ser el Duque de York quien ofrece otra en The Royal Lodge, residencia de los York en Windsor.