El Rey Juan Carlos estaba disfrutando de una bonita velada con algunas amistades cuando la cosa se torció. Había sido invitado a una cena en un restaurante de mod a del centro de Madrid organizada por Pepe Fanjul, quien es un amigo personal del monarca.
Los problemas llegaron cuando el Rey se dio cuenta de que había más de un fotógrafo, y este asunto ocasionó que perdiera los papeles e incluso que le echara la culpa al amigo que había organizado la cena. Según ha contado el periodista Carlos Pérez Gimeno a Libertad Digital, montó en cólera: " En una esquina estaban los fotógrafos sacando a los invitados. Están en el restaurante de forma permanente. Cuando vieron a Juan Carlos fueron hasta allí y le echó una bronca a su amigo e aquí a mañana".
Parece que ésta no es la primera vez que sucede algo parecido, y es que incluso Fanjul se disculpó ante él transmitiéndole que no tenía ninguna intención de aparecer en la prensa. Algo semejante le pasó con la Reina Sofía, que le dio un manotazo en el Obradoiro.
Manteniendo las distancias
Muchas personas que le han seguido de cerca y han sido conocedoras de estos 'ataques' repentinos de ira aseguran que, de un tiempo a esta parte, ha ido a más. La subdirectora del programa EsRadio ha dicho: " Estos ataques de senilidad se parecen a cuando dijo a los periodistas que le querían poner un puño en la tripa".
Por lo que parece, el Rey intenta evitar en todo momento que se le capte cuando disfruta de sus momentos privados. De momento las imágenes no han visto la luz, y todo apunta a que, al final, su enfado haya surtido efecto tras haber solicitado respeto.