La hija del Duque de York ve en el aplazamiento de su enlace una oportunidad para que sea como la pareja realmente quería.
No se puede decir que Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi hayan tenido mucha suerte. Su relación comenzó después de que se vieran en la boda de la Princesa Eugenia y Jack Brooskbank el 12 de octubre de 2018 y desde entonces se hicieron inseparables. A pesar de su criticado comienzo, no dudaron en ir a por todas, en convivir en los primeros meses de su relación y en anunciar su compromiso cuando no hacía ni un año que habían empezado su noviazgo.
Sin embargo, la boda de sus sueños nunca podría producirse. A pesar de que su hermana Eugenia de York tuvo un enlace con toda la pompa que poco o nada tuvo que envidiar a la del Príncipe Harry, de rango superior, la Princesa Beatriz tenía que casarse prácticamente en privado. La caída en desgracia de su padre, el Duque de York, por su vinculación en el Caso Epstein, fue una losa para la boda, que tenía que pasar lo más desapercibida posible, sobre todo si la novia quería que fuera su padre el que la llevara al altar.Finalmente se casarían el 29 de mayo de 2020 en la Capilla Real de St James Palace con una recepción privada en Buckingham Palace, que no estaba nada mal. Eso sí, no habría muchos invitados y por supuesto nada de paseo en carruaje ni demasiada exposición pública. Pero entonces llegó el coronavirus, que obligó a suspender la recepción en Buckingham Palace y a dejar a los novios solo con una boda con el oficiante y dos testigos. Una cosa es tener ganas de casarse y otra hacerlo así, por lo que la Princesa Beatriz y el aristócrata de origen italiano consideraron la idea de casarse en 2021, cuando se espera que el peligro haya pasado.
Sin embargo, la Princesa Beatriz tiene su venganza preparada. Si contrae matrimonio en 2021 no va a ser para hacerlo de una forma tan íntima, o al menos desde el punto de vista de una royal, sino para hacerlo a lo grande. Le encanta la idea de darse el 'sí, quiero' en el mismo lugar en el que fue bautizada y de celebrar el banquete nupcial en Buckingham Palace, como hicieron los Duques de Cambridge en 2011, pero ¿por qué no puede hacer una gran boda pública y televisada?No quieren pagar por los errores del Príncipe Andrés
De acuerdo con Daily Mail, que cita a amigos de la quinta nieta de la Reina Isabel, la Princesa Beatriz piensa que una gran boda podría levantar el ánimo de la población después del sufrimiento por el coronavirus. Así se vio el enlace de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo el 20 de noviembre de 1947, que fue calificada por Winston Churchill como "un toque de color en el duro camino que debemos recorrer". Eso sí, comparar los momentos históricos y compararse con sus abuelos es muy peligroso y seguramente no salga bien parada.
Más importante le parece reivindicarse como miembros de la Familia Real Británica y no ser prejuzgada por los errores que pudiera haber cometido su padre, y en los que ella no tiene culpa ni responsabilidad alguna. Además, a la pareja le parece injusto esconder su boda cuando su hermana Eugenia no lo hizo. De todos modos, no todo depende de ella. La Princesa Beatriz y Edoardo Mapelli Mozzi necesitan la maquinaria de Buckingham Palace y no les conviene desafiar a la Reina.