La pareja ha optado por la discreción y la prudencia al cancelar, o al menos aplazar, su fiesta de compromiso.
La Princesa Beatriz sigue siendo el daño colateral que está pagando por los errores y escándalos del denostado y apartado Príncipe Andrés. La quinta nieta de la Reina Isabel anunció su compromiso con Edoardo Mapelli Mozzi en septiembre de 2019, cuando Jeffrey Epstein ya se había suicidado en su celda y todas las miradas se habían dirigido al Duque de York. Sin embargo, en ese momento el escándalo no había azotado tan de lleno hasta que decidió conceder una entrevista a BBC para proclamar su inocencia que sirvió para todo lo contrario.
Si ya al anunciarse la boda había malestar ante la perspectiva de tener que costear otro enlace de las características del de la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank, más problemas ha habido con la caída en desgracia del Príncipe Andrés. Se da ya por hecho que la boda tendrá un perfil bajo por muy princesa de sangre que sea Beatriz de York, pero todavía hay más.La pareja se había centrado en su propia felicidad y había invitado a familiares y amigos a una fiesta de compromiso fechada para el 18 de diciembre de 2019 en Chiltern Firehouse, un lujoso hotel de Londres. Antes de que llegue el momento, y ante el agravamiento del escándalo, la Princesa Beatriz y el empresario de origen italiano han decidido cancelar, o al menos aplazar la fiesta.
Beatriz de York y Edo Mapelli tienen miedo de que la presión mediática sea demasiado fuerte y no solo no quieren sobreexponerse ellos, sino tampoco quieren que lo hagan sus invitados. Como señala Daily Mail, les preocupa en especial el Príncipe Andrés, que sería sin duda el más buscado esa noche. Quizás haya esperanza para la pareja si optan por realizar una fiesta de compromiso en un lugar más privado como podría ser el Royal Lodge, residencia del Príncipe Andrés en Windsor en la que también vive Sarah Ferguson.Las malas compañías del Duque de York
Por otro lado, y por si no hubiera bastante, The Sun ha removido el pasado y ha encontrado una imagen correspondiente a la fiesta del 18 cumpleaños de la Princesa Beatriz de York, celebrada en Windsor Castle en 2006. En ese evento hubo tres invitados incómodos que además posaron juntos: Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell y Harvey Weinstein.
Los dos primeros crearon una trama de tráfico sexual, siendo de hecho el propio Epstein un depredador sexual, mientras que Ghislaine Maxwell ejercía de proxeneta. Por su parte, Harvey Weinstein fue un importante productor cuya careta cayó cuando se conocieron los incontables casos de acoso sexual a los que sometió a numerosas mujeres en Hollywood. No hay duda de que el poco honorable Príncipe Andrés nunca supo rodearse de buenas compañías.