A veces se dice que todo lo que podía salir mal, ha salido mal. Así pueden sentir la Princesa Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi que ha pasado con ellos, que se han visto obligados a cancelar su boda, o al menos a que sea más pequeña todavía de lo que se esperaba que fuera. La historia de su relación es como de película, pero no precisamente es una comedia romántica en la que todo es ideal, sino de un drama con toques románticos en el que, pese a todo, se espera un final feliz.
Para conocer cómo de accidentada ha sido su historia de amor hay que retrotraerse al 12 de octubre de 2018, día en el que se celebró la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank. Las miradas se posaron también sobre su hermana mayor, la Princesa Beatriz de York, que se convertía así en la única nieta de la Reina en edad de casarse que permanecía soltera. Cosas de los convencionalismos sociales que empujan a que todo el mundo tenga que casarse quiera o no quiera, y sobre todo en los círculos de la realeza.
Beatriz de York quizás no estaba angustiada, pero sí decepcionada. Era profundamente feliz por su hermana, una de las personas más importantes de su vida, pero no podía evitar pensar en cómo habría sido su enlace con Dave Clark, con el que mantuvo una larga relación de 10 años que terminó en verano de 2016. Sin embargo, ese día en el que la Princesa Eugenia se casó con Jack Brooksbank, todo cambió para Beatriz de York.
La Princesa Beatriz coincidió con Edoardo Mapelli Mozzi, un empresario miembro de una familia aristocrática italiana que está vinculado con los York. Sarah Ferguson es madrina de Alby Shale, hermano por parte de madre de Mapelli Mozzi, así que la unión entre las familias era evidente. Sin embargo, Beatriz de York y el empresario no había tenido apenas contacto. Su reencuentro fue así un descubrimiento para ellos.
La historia de amor podría haber sido redonda, pero había un problema. El aristócrata británico de origen italiano mantenía una relación con Dara Huang, madre de su hijo Christopher 'Wolfie' Woolf. Al conocerse el romance en otoño de 2018, los rumores sobre si Mapelli Mozzi había solapado ambas relaciones se extendieron hasta tal punto que el padre de Huang habló con la prensa para expresar su sorpresa al conocer que su hija ya no estaba con Mapelli Mozzi. Según el abuelo de Wolfie, su hija se enteró de que su hasta entonces pareja estaba con la primogénita del Duque de York al leer una noticia al respecto. Otras fuentes señalaron que la relación entre la Princesa Beatriz y Mapelli Mozzi empezó una vez que él había terminado con la madre de su hijo y que la nieta de la Reina nunca se habría entrometido en una pareja con un niño. Al final, la verdad solo la saben los protagonistas de esta historia.
Sea como fuere, el tiempo fue pasando y parece que todo acabó bien, produciéndose un acercamiento entre Mapelli Mozzi y Dara Huang por el bienestar de su hijo. El romance real se mantenía y eran tan felices que tenían prisa por casarse. Por lo pronto, se fueron a vivir juntos al apartamento del Palacio de St James de Londres que ocupaba hasta ese momento en solitario Beatriz de York. Se presentaron como pareja oficial en la gala de la National Portrait Gallery en marzo de 2019 con Kate Middleton como invitada de honor. Mapelli Mozzi no tardó en acudir a eventos como Pitch at Palace con su familia política o la boda de Lady Gabriella Windsor y Thomas Kingston, celebrada en mayo de 2019 en Windsor Castle. Ese día, Beatriz de York dejó claro que la próxima en casarse sería ella. La sola presencia de Edo Mapelli en la celebración en presencia de la Reina era una prueba de que la Monarca aprobaba el romance.
La boda de Beatriz de York y Edo Mapelli, un daño colateral
Pero lo peor estaba por llegar. Se esperaba que de un momento a otro se anunciara el compromiso, pero la feliz noticia no llegada. En verano de 2019, las cosas se pusieron feas para el Duque de York cuando el depredador sexual Jeffrey Epstein se suicidó en su celda antes de pagar por sus crímenes. ¿Qué tenía que ver el Príncipe Andrés con este hecho? El tercer hijo de la Reina fue amigo íntimo de Epstein, tanto que llegó a reunirse con él incluso después de haberse destapado el escándalo que demostraba que era un criminal. Para colmo de males, una mujer víctima de la trama, Virginia Roberts, acusó directamente el Duque de York.
Entre tanto, la Casa Real Británica anunció la noticia más esperada: el compromiso entre la Princesa Beatriz y Edoardo Mapelli Mozzi. Era el 26 de septiembre de 2019. Aprovechando la romántica y divertida sesión protagonizada por la feliz pareja se anunciaba que la pedida de mano había tenido lugar ese mismo mes en Italia y que más adelante se darían más detalles. Era una oportunidad para los York, pero el hijo de la Reina volvió a estropearlo todo. La caída en desgracia era imparable para el ya de por sí impopular Príncipe Andrés, que cavó su propia tumba con una entrevista para BBC emitida en noviembre de 2019 con la que buscaba defender su inocencia. Su poca empatía, sus evasivas y su débil coartada que terminó siendo tirada por tierra llevaron a un escándalo insostenible. Tras ser llamado a consultas, se le pidió que renunciara a los actos oficiales, y así hizo el 20 de noviembre de 2019, día en el que sus padres celebraban 72 años de matrimonio.
Esa caída en desgracia se llevó por delante las ilusiones de su primogénita. Si una boda es una estrategia de comunicación y marketing para los Windsor, nada de eso se esperaba en un enlace que era bastante incómodo para la Corona.. Se casaba una royal con poca popularidad de por sí que además era la hija del hombre que había provocado el peor escándalo desde la abdicación de Eduardo VIII en 1936. Quizás ha habido otros peores, y de hecho generó más impacto el Sussexit en enero de 2020, pero no hay que olvidar la gravedad del Caso Epstein. Así, las semanas fueron pasando y la fecha de la boda no se revelaba. Incluso se habló de la cancelación de su fiesta de compromiso, pero finalmente tuvo lugar el 18 de diciembre de 2019 en The Chiltern Firehouse, Londres. El gran ausente fue el Duque de York, que prefirió quedarse en casa, es decir, en The Royal Lodge.
Antes de que acabara 2019 hubo una alegría para la pareja, que pasó la Navidad unida junto a la Familia Real Británica en Sandringham. Aunque no era costumbre que la Reina invitara a los prometidos de sus familiares, ya hizo una excepción con Meghan Markle en Navidad de 2017. Si lo hizo con la Duquesa de Sussex, podía hacerlo con el aristócrata italiano, y así de paso alegrar un poco a su nieta, que en vez de disfrutar de la mejor etapa de su vida, vivía con angustia por su padre y por cómo el escándalo afectaba a su boda.
2020 no empezó bien. El 8 de enero se hizo público que los Duques de Sussex querían ser financieramente independientes y combinar sus deberes reales con carreras privadas. El conocido como Sussexit se saldó con un acuerdo de salida de la Casa Real Británica materializado el 31 de marzo de 2020. Debido a todo lo que tuvo que enfrentar la Corona, se retrasó el anuncio. Finalmente, el 7 de febrero de 2020 se comunicó que la pareja se casaría el 29 de mayo de 2020, un comunicado que llegaba tarde debido a que la fecha ya se había filtrado a la prensa. Tanta espera fue un error de Buckingham Palace que humillaba a la pareja.
Consciente de las renuncias que la Casa Real Británica exigía a la Princesa Beatriz, la Reina Isabel quiso tener un detalle con la pareja. Así, la Monarca ofreció a su nieta celebrar la recepción de su boda en Buckingham Palace, un honor del que disfrutaron el Príncipe Guillermo y Kate Middleton cuando se casaron el 29 de abril de 2020, que tienen un rango superior a Beatriz de York y Edo Mapelli. Así se compensaba también que la boda no fuera televisada y que los novios no realizaran un recorrido en carruaje como sí hicieron Eugenia de York y Jack Brooksbank en su enlace en Windsor Castle.
La boda de la royal británica y el aristócrata de origen italiano sería de perfil bajo, aunque el 'sí, quiero' iba a darse en la Capilla Real de St James Palace, el mismo lugar en el que se casaron la Reina Victoria y el Príncipe Alberto el 10 de febrero de 1840. Allí también contrajeron matrimonio el Rey Jorge V y la Reina Mary, abuelos paternos de la Reina Isabel, el 6 de julio de 1893. La Capilla de St James Palace fue también el escenario en el que se bautizaron la propia Princesa Beatriz y los hijos varones de los Duques de Cambridge. Así, la boda iba a ser más pequeña de lo que se esperaba, pero al menos iba a estar a la altura de los contrayentes, que no podían esperar para el que iba a ser el día más feliz de sus vidas.
Boda cancelada por fuerza mayor
Con lo que no contaban era con una pandemia que llegó desde China. En diciembre de 2019 se identificó en Wuhan un virus llamado COVID19 que se fue extendiendo por el mundo. En marzo de 2020 medio mundo estaba confinado para evitar la propagación del coronavirus, y por tanto se suspendieron todo tipo de eventos, entre ellos las bodas. Si bien seguía siendo posible casarse, los enlaces solo podían contar con cinco personas: los novios, el oficiante y dos testigos. Por lo pronto, el 18 de marzo de 2020 se canceló la recepción en Buckingham Palace, aunque manteniendo la posibilidad de seguir adelante con su enlace íntimo. ¿Pero querían realmente casarse así?
La pareja, triste y angustiada por la situación de Reino Unido y del resto del mundo debido a la pandemia, deseaba que su boda sea un momento feliz para compartir su alegría y su amor con sus familiares y amigos. Finalmente sus planes pasan por casarse en 2021. Mejor esperar un año y hacerlo bien, que casarse en la fecha prevista y hacerlo en esas condiciones. Tendrán siempre el mal recuerdo de lo que pudo ser y no fue, pero la satisfacción de celebrar la boda que ellos quieren cuando sea posible será mayor. Su amor será más fuerte al haber afrontado una situación tan complicada, una situación que ni ellos ni nadie pensó que habría que enfrentar.