Tres lustros agridulces para Beatriz de Holanda
Así, Beatriz de Orange recuperaría la ilusión por el amor casi 14 años después de la muerte de su marido, el Principe Claus, que falleció el 6 de octubre de 2002 tras luchar contra el Parkinson, un cáncer de próstata y una depresión que le fue minando las fuerzas hasta llevárselo a los 76 años.
Desde ese momento, la entonces Reina de Holanda se centró en sus labores como Jefa del Estado y volvió a ser feliz con la llegada de los nietos, Eloísa (2002), Amalia (2003), Nicolás (2004), Alexia (2005), Luana (2005), Zaria (2006) Leonor (2006) y Ariane (2007).
En 2004 nació su tercer nieto y casó a su hijo Friso con Mabel Wisse Smit (lo que primero fue un disgusto), pero sufrió al enterrar a sus padres, la Princesa Juliana y el Príncipe Bernardo. Pese a todo, su gran desgracia estaba por llegar. En 2012 su hijo mediano, el Príncipe Friso, fue sepultado por la nieve en Austria, quedando en coma hasta que en agosto de 2013 falleció irremediablemente a los 44 años. Ese mismo año, la Princesa Beatriz abdicó en favor de su hijo Guillermo Alejandro, pasando a ser Princesa de Países Bajos y dedicándose a algunos actos oficiales y a disfrutar de la jubilación. Ahora parece que también lo hace del amor.