Entre otras cosas ha criticado duramente el estilo de vida de su familia política con unas declaraciones que darán mucho que hablar: "Pierre tiene una vida absurda. Por la mañana se sube a un catamarán, por la tarde hace buceo, luego se va a entrenar y después dirige cinco empresas diferentes. Pero al final los dos respetamos nuestros espacios de libertad. Mi trabajo es para mí una pasión como lo es para él la vela".
Por otro lado, y a pesar de que forme parte de la Familia Real de Mónaco, parece que no está dispuesta a dejar de lado su trabajo, algo que le apasiona por completo: "Mi familia es lo primero, pero seguiré investigando a la mafia".
Con las ideas claras
Alejada del mundo de la política, dejó bien claro lo que piensa a la revista Vanity Fair: "Ha entendido que soy una causa perdida. Odio lo políticamente correcto, la hipocresía de quien no toma partido nunca, no opina y se adapta como un camaleón para salvar sus intereses. Cuando yo era pequeña, Berlusconi era como el anticristo para mí. En los últimos años se ha convertido casi en un bufón, pero entonces no tenía ninguna gracia".