Pasados nueve meses desde su nacimiento el pasado 25 de febrero, el Príncipe Stefan Karadjordjevic Marinkovic - hijo del Príncipe Felipe de Serbia y la diseñadora Danica Marinkovic - ha sido bautizado en una solemne ceremonia según el rito ortodoxo en la Capilla del Palacio Real de Belgrado en calidad de primer nieto del Príncipe Alejandro, Jefe de la Casa Real de Serbia.
El bebé llevaba puesto el mismo traje de cristianar que su abuelo Pedro II (último Rey de Yugoslavia) llevó en su propio bautizo nada más y nada menos que en 1923. Eso sí, en un momento dado la tradición obligó a dejarle desnudo para que el sacerdote sumergiese enteramente su cuerpo en la pila de agua bendita.
Como padrinos ejercieron su tío, el Príncipe Alejandro, y dos de los amigos del Príncipe Felipe y Danica Marinkovic. Además, la ocasión sirvió para reunir de nuevo a la Familia Real de Serbia al completo, así como para recibir a dos ilustres invitadas : la Princesa María Gloria de Orleans y Braganza (primera esposa del Príncipe Heredero y abuela del bebé) y la Princesa Ana de Orleans (madrina del Príncipe Felipe y viuda del Duque de Calabria).
Una familia que poco a poco recobra su esplendor
Este ha sido el último de una serie de acontecimientos que durante los últimos años están haciendo más dulce el largo exilio de los Karadjordjevic. Una nueva etapa que comenzó a finales de los años 90 con su vuelta al país y que tuvo su máxima representación en la gran boda real protagonizada por los hoy padre primerizos Felipe de Serbia y Danica Marinkovic (la primera desde 1922).