La Familia Real Sueca ha vuelto a vivir un gran día con motivo del bautizo del Príncipe Oscar, segundo hijo de la Princesa Victoria y el Príncipe Daniel, y cuarto nieto del Rey Carlos XVI Gustavo. Nacido el 2 de marzo, el bebé ha sido el protagonista de una ceremonia celebrada en la Capilla Real del Palacio de Estocolmo que comenzó antes de las 12:00 horas bajo un día plomizo en la capital del reino escandinavo.
Cuando todo el mundo había tomado asiento han entrado los padres del Príncipe Daniel, Olle y Ewa Westling. Justo después lo han hecho los Reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, para quienes ha sonado la música y todos los invitados se han puesto en pie.
Las inquietas Estela y Leonor
Comienza la ceremonia oficiada por la arzobispo Antje Jackelén, acompañada por el capellán real, el Obispo Johan Dalman y el capellán regular de la Corte, Michael Bjerkhagen. A las 12:10 canta el coro, y el Príncipe Oscar comienza a llorar, aunque pronto se calma. Tras las intervenciones de Victoria de Suecia y del padrino, Federico de Dinamarca, Daniel de Suecia comunica que el bebé recibirá los nombres de Oscar Carlos Olof. Más tarde toma la palabra Mette-Marit de Noruega, que ha elegido con poco acierto un traje verdoso.
Llega el momento en el que los padres y los padrinos se acercan al bebé para tocar su frente, una tradición que los Bernadordotte han cumplido al pie de la letra. No ha faltado Estela, que también ha querido formar parte de todo. El bebé hace algún que otro puchero, pero en general está bastante tranquilo. Por contra, su prima Leonor se levanta de la silla y no para de moverse. Las niñas Bernardotte vuelven a hacer de las suyas. Mientras se vierte agua de la isla de Öland en la pila del siglo XVII sobre la que se ha bautizado a todos los miembros de la realeza sueca, Magdalena sujeta a Estela, que forma parte del rito. Leonor también quiere hacerlo y se acerca, así que la Princesa Victoria se levanta para coger a su espontánea sobrina. Una vez terminado, y en un instante de rezo, la Princesa Leonor no para de dar vueltas y hasta termina en el suelo.
Oscar de Suecia, el principito que mejor se portó
La arzobispo vierte agua sobre la cabeza de Oscar Carlos Olof, que a las 12:20 ya está oficialmente bautizado. El bebé se pone a llorar, pero en un momento se queda dormido mientras su hermana juega con un bolso y sus primos Leonor y Nicolás están entretenidos con sus asuntos. No hay cántico o rezo que despierte al nieto de los Reyes, que se está portando muy bien. Antes del final del bautizo, hacia las 12:40 horas, llega uno de los momentos más solemnes; el Rey Carlos XVI Gustavo se levanta para imponer al Duque de Escania la insignia que le acredita como miembro de la Orden de los Serafines, el mismo regalo que otorgó a sus tres nietos mayores.
El bautizo ha terminado. El Príncipe Oscar sale de la capilla con sus padres y su hermana, que salen a saludar por la puerta del Palacio Real que da a Slottsbacken, la más cercana a la Capilla Real. Allí les esperan los ciudadanos que han querido saludar a la Familia Real pese a que el tiempo no era muy agradable. Mientras saludaban se han lanzado las tradicionales salvas desde Skeppsholmen. Han salido a saludar también los padrinos y posteriormente los cuatro abuelos del Príncipe Oscar. El bautizo público ha terminado, después fue el momento de la recepción privada en el Palacio Real. Solo queda esperar a las fotos oficiales y a que se dé fecha para el bautizo del Príncipe Alejandro.