El bautizo del Príncipe Nicolás de Suecia dejó numerosas imágenes para el recuerdo. El segundo acto importante para la Familia Real Sueca, que el 13 de junio se vistió de largo para la boda de Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist, fue el escenario perfecto para volver a ver reunidos a todos los Bernardotte, desde los orgullosos abuelos, los Reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, a los felices padres, los encantados tíos, la inquieta hermana y la sonriente prima del homenajeado.
La niña llegó a la Capilla del Palacio de Drottningholm en brazos de su padre, mientras su madre sostenía al Príncipe Nicolás. Ya en ese momento se revolvía e incluso se dio la vuelta cuando llegaron junto a los invitados principales. Una vez empezó la liturgia no paró quieta ni un momento, se levantaba sin cesar, quiso tocar el agua con la que fue bautizado su hermano, y tan solo estuvo un rato tranquila en las rodillas de la Reina Silvia y junto a su tío Carlos Felipe, que la agarró cuando paseaba de un lado a otro.
Sofia Hellqvist, sin poder acompañar a Carlos Felipe de Suecia
No menos guapa iba su cuñada, la última incorporación de los Bernadotte. Sofia Hellqvist llevó un vestido fucsia por las rodillas con vuelo en la falda con el que estaba muy elegante. Como complemento adornó su cabello moreno con un tocado muy favorecedor. Se trataba de su primer gran acto familiar como Princesa de Suecia y no defraudó a nadie.
El único pero fue que no pudo ir acompañada por su marido, el Príncipe Carlos Felipe de Suecia, que al ejercer de padrino de su sobrino Nicolás Pablo Gustavo, tuvo que ir como acompañante de la madre de Chris O'Neill, Eva Maria, que también iba sin pareja. Después, todos juntos, con pareja o sin ella, se fueron a celebrar el bautizo del miembro más joven de la realeza sueca en un almuerzo privado.