La Casa Real Sueca tiene una fecha más para recordar en su historia. Este domingo 11 de octubre ha sido bautizado el Príncipe Nicolás, segundo hijo de la Princesa Magdalena y Chris O'Neill, tercer nieto de los Reyes y sexto en la línea de sucesión al Trono del país escandinavo. La Familia Real abrió la capilla del Palacio de Drottningholm para cristianar a Nicolás Pablo Gustavo Bernardotte, como hizo el 8 de junio para el bautizo de su hermana, la Princesa Leonor, estableciendo así una diferencia con su prima Estela, hija de la pareja heredera, que fue cristianada en la Capilla del Palacio Real con la presencia de la realeza europea.
Como manda la tradición, cuando dieron las 12:00 se lanzaron salvas en honor al Príncipe Nicolás que anunciaron la llegada de sus abuelos, los Reyes de Suecia. Aparecieron también las personas encargadas de oficiar el sacramento, la arzobispa Antje Jackelén, el obispo emérito Gorän Lönnermark y el capellán y rector de la Capilla Real, Michael Bjerkhagen. Inmediatamente después han irrumpido la Princesa Magdalena y Chris O'Neill con sus hijos, Leonor y Nicolás. Mientras ella llevaba al bebé en brazos, el financiero se encargó de tirar por su revoltosa hija mayor.
La primera lectura ha corrido a cargo del padre del homenajeado, que ha leído en inglés y ha agradecido a Dios el nacimiento de su hijo. Después lo ha hecho su hermana, Natascha Abensperg und Traun, también en inglés. El acto ha seguido con las palabras de la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, que ha comunicado en voz alta que su hijo llevará los nombres de Nicolás Pablo Gustavo. En ese momento se han acercado los padrinos, y todos han tocado la cara del bebé.
A las 12:20 horas, el Príncipe Carlos Felipe ha ejercido de padrino principal y ha vertido agua procedente de un manantial de la isla de Öland en la pila bautismal, mientras tanto, la Princesa Leonor no para quieta ni un momento. Su hermano, el Príncipe Nicolás, es un bendito que apenas se mueve y no deja de dormir, hasta que llega el momento culminante. La paz de la que gozaba la ceremonia se quebró cuando la arzobispa Antje Jackelén ha derramado agua sobre el bebe, que ha roto a llorar desconsoladamente.
El intenso llanto del Príncipe Nicolás no ha amilanado a la Princesa Leonor, que se ha acercado a la pila bautismal para tocar el agua y finalmente fue atrapada por su tío Carlos Felipe, que la ha tranquilizado un buen rato. El bebé no dejaba de llorar, así que pasaron un chupete a la Princesa Magdalena, que agradeció profundamente el gesto de la invitada. De chupetes parecía ir la cosa, ya que de repente apareció la Princesa Estela corriendo y dejó en el regazo de su tía Magdalena un chupete que debía ser de su prima Leonor, que ya había ido y parecía estar más contenta con Estela de Suecia, que ejerció de prima mayor e intentó poner un poco de orden. Sin duda fue uno de los momentos más graciosos, y así lo entendieron los invitados, que rieron la ocurrencia de la niña.
Nicolás de Suecia recibe la Orden de Serafina
La ceremonia seguía avanzando entre música, así, se entonó el Ave María por uno de las personas que amenizaron el ritual litúrgico en la capilla de Drottningholm, y después todos los invitados rezaron el Padre Nuestro. La música volvió a hacer su aparición, momento en el que los padres se levantaron con Nicolás en brazos, y permanecieron de pie hasta el final de la canción. Era tiempo para uno de los actos más solemnes, la imposición de la Orden de Serafina. El Rey Carlos XVI Gustavo distinguió a su nieto con tal honor como hizo anteriormente con sus nietas, sin embargo, a Nicolas no pareció hacerle mucha ilusión y siguió berreando.
Cuando habían pasado 45 minutos desde el inicio de la misa, la Princesa Magdalena y Chris O'Neill salieron junto al bebé a saludar a los ciudadanos congregados junto a la capilla. Les siguieron los padrinos y el resto de miembros de la Familia Real y del clan O'Neill. Todos ellos, además de autoridades políticas, participaron en la recepción que los Reyes ofrecieron en el Palacio de Drottningholm, a la que siguió un almuerzo privado para celebrar el gran día de Nicolás Pablo Gustavo Bernardotte.