Galería: La Familia Real Sueca en imágenes
Un bautizo en la Familia Real Sueca es todo un acontecimiento. En el caso de los hijos de los Reyes o de la pareja heredera, se considera un acto de Estado, mientras que en el de los miembros menores de la dinastía tiene menor rango, pero pese a ello sigue siendo un evento en el que se deja ver toda la pompa de los Bernardotte. Antes de las 12:00 horas habían llegado a la Iglesia del Palacio de Drottningholm la mayor parte de los invitados, entre amigos, familiares de los padres de la Princesa Adrienne e incluso el Primer Ministro de Suecia, Stefan Löfven, que acudió acompañado de su esposa, Ulla. Del lado de la familia de la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland destacaron las cuatro hermanas del Rey, las Princesas Margarita, Brígida, Desirée y Cristina.
A mediodía, las puertas se abrieron para recibir al Príncipe Carlos Felipe y Sofia Hellqvist, que entraron acompañados de sus dos hijos, el Príncipe Alejandro, de dos años, y el Príncipe Gabriel, que cumplirá su primer año de vida el 31 de agosto. El Duque de Värmland sostenía a su benjamín en brazos, mientras que Sofía de Suecia llevaba de la mano a su primogénito. Los siguientes en aparecer fueron los Príncipes Victoria y Daniel, que escondían una mala sorpresa. Entre ellos estaba su hijo menor, el Príncipe Oscar. ¿Dónde estaba la Princesa Estela? ¿Iba a participar en la liturgia de alguna manera y por eso no llegaba con sus padres? La respuesta era simplemente que se había puesto enferma y no podía acudir. Una pena, ya que hubiera protagonizado alguna imagen entrañable y divertida.
Inmediatamente después entró Eva Maria O'Neill, madre de Chris O'Neill, y al sonar las fanfarrias, llegaron los Reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, que sirvieron de antesala a la Princesa Magdalena, que sostenía a la Princesa Adrienne en brazos, mientras Chris O'Neill portaba al Príncipe Nicolás y la Princesa Leonor, que tiene 4 años, iba sola. Los últimos, los padrinos y madrinas de la niña. Se trata de Gustav Thott, marido de Louise Gottlieb, íntima amiga de la Princesa Magdalena, Charlotte Kreuger Cederlund, Natalie Werner, su sobrina Anouska d'Abo y sus amigos Coralie Charriol Paul y Nader Panahpour. Ni una sola persona con sangre real ha apadrinado a la nieta del Monarca.
Mientras suena y el coro canta 'For the beauty for the Earth', el Príncipe Nicolás empieza a hacer de las suyas y no se quiere sentar, no como la Princesa Leonor, que está tan tranquila como su hermana Adrienne, que parece ser una niña muy buena; eso sí, la Duquesa de Gotland tiene un abanico para combatir las altas temperaturas que se están registrando en Suecia, y no para quieta con él. Hacia las 12:08 empieza la misa, dirigida por la Obispa Primada de la Iglesia de Suecia, Antje Jackelen, y ayudada por Johan Dalman y Michael Bjerkhagen. Chris O'Neill realiza una lectura de acción de gracias en inglés, para después salir a leer Natalia Werner, una de las madrinas. Posteriormente tiene lugar la tradición por la que los padrinos y madrinas tocan la cabeza de la niña bautizada.
Los niños reales hacen de las suyas
Han pasado ya 15 minutos y los niños se cansan. El Príncipe Gabriel está tranquilo, quizás porque no para de mordisquear un programa de la misa. Todos cantan 'All things bright and beautiful', hasta que algunos ya se cansan, como Eva Maria O'Neill y Victoria de Suecia. Llegan más lecturas, esta vez de Anouska d'Abo, sobrina de Chris O'Neill y una de las madrinas. Llaman a los niños porque es hora de echar el agua de Öland, solo que el Príncipe Nicolás se cansa y se va, y la Princesa Leonor se chupa los dedos mientras el Príncipe Alejandro está pegando saltos. La obispa pronuncia los nombres de Adrienne Josephine Alice, le pasa agua por la frente y le toca la cabeza, lo que es contestado por la niña con sus primeros lloros de la jornada.
La Princesa Leonor ya se ha cansado y se sienta en el suelo o se pasea descalza. No quiere los zapatos y no se los va a volver a poner. El Príncipe Nicolás está un poco más calmado, pero solo un poco. Es entonces cuando se produce un momento muy bonito; la obispa primada cambia del sueco al inglés para desear feliz aniversario a los padres de la niña que recibe las aguas bautismales. Pero Leonor sigue inquieta y no para con el abanico, y para colmo se acerca a su hermano, le agarra del cuello y aplaude frente a su cara, momento en el que Chris O'Neill pone un poco de orden.
La Princesa Adrienne se pone a llorar, su primo Alejandro se va de paseo, mientras que la Princesa Leonor está a sus anchas. El bebé se calma, pero entonces es Nicolás el que se levanta del asiento. Entre música infantil, la obispa da la bendición y se produce un momento de complicidad entre cuñados cuando Sofia Hellqvist y Chris O'Neill se dedican una sonrisa.
A las 12:49 horas, Carlos XVI Gustavo impone a su nieta la Orden de los Serafines, y aunque no es su momento, Leonor de Suecia da vueltas alrededor de su madre, que no puede aguantar la risa. Lega el momento de irse de la Iglesia y de hacerse las fotos, pero la Princesa Leonor sigue descalza y encima se agacha a coger gravilla del suelo del recinto de Drottningholm. Solo dos niños se han portado realmente bien, el Príncipe Oscar y el Príncipe Gabriel, el resto le han robado el protagonismo a Adrienne Josephine Alice, que ha demostrado ser una niña buena y tranquila.