El ser bastardo era algo más o menos habitual en el pasado, cuando los métodos anticonceptivos no existían y podía ocurrir que de un encuentro se creara vida. Ni el pueblo llano se libraba, ni sobre todo la clase alta. En particular, los Reyes y Príncipes engendraban hijos legítimos, Príncipes e Infantes, y además, antes o después de casarse, tenían otros hijos bastardos a los que en algunos casos se les engrandecía. Uno de estos casos es Alfonso de Aragón, hijo natural de Fernando el Católico y Aldonza de Ivorra, que llegó a ser Arzobispo de Zaragoza.
Son muchos los casos de bastardos, aunque si hubiera que detenerse en todos los que ha dado la Familia Real Española a lo largo de su historia, haría falta un libro... o más de uno. Por ello, repasamos algunos de los ilegítimos más destacados de la realeza europea, donde por supuesto también hay espacio para los royals españoles, uno de los cuales logró conseguir ser reconocido como Borbón.
Leandro, el bastardo reconocido
Isabel II de España es recordada por contar con un fuerte apetito sexual, lo que no deja de ser machista, ya que sus ascendientes y descendientes masculinos eran incluso peor que ella. Además hay que señalar que al ser paridos por Su Majestad, eran proclamados Infantes, y nunca se sabrá a ciencia cierta si las Infantas Isabel, Paz, Eulalia y Pilar y el Rey Alfonso XII son hijos naturales del Rey Francisco o no. Al menos, como hijos les crio y les trató. El propio Alfonso XII también dejó bastardos pese a los pocos años que pasó sobre la faz de la Tierra, pero es más curioso el caso del único varón legítimo de Alfonso XII, el Rey Alfonso XIII.
El matrimonio entre Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena y Victoria Eugenia de Battenberg dio 6 hijos y muchos disgustos, sobre todo a ella. El Monarca, muy asiduo a los líos de faldas, dejó al menos dos vástagos ilegítimos fruto de su amor con la actriz Carmen Ruiz Moragas. Uno de ellos era Leandro Ruiz Moragas, conocido y tratado por la Familia Real Española hasta que dio el paso y se atrevió a reclamar que su padre natural era Alfonso de Borbón y Austria y lo consiguió. En mayo de 2003 la Justicia le dio la razón y se convirtió en Leandro de Borbón, aunque no obtuvo el título de Infante de España ni el tratamiento de Alteza Real.
Don Leandro, fallecido en 2016, se convirtió en un habitual de los platós de televisión, así como la mayor parte de sus hijos. Más discreta ha sido la descendencia de su hermana María Teresa, que murió en 1964 sin haber podido reclamar su filiación. Eso sí, sus hijos sí lo hicieron y lograron ser reconocidos como miembros de la familia Borbón.
Los no-hijos de Juan Carlos I y Alejandra
Luego están los que no han sido reconocidos, como Alfonso de Bourbon, que decía ser hijo natural del primogénito de Alfonso XIII, y que murió en 2012 en Estados Unidos sin que nunca se le reconociera como tal. Más espinoso ha sido lo concerniente a los presuntos hijos bastardos de Juan Carlos I, que como sus antepasados, no ha destacado por ser fiel a su esposa, la Reina Sofía. Albert Solà e Ingrid Sartiau presentaron una demanda de paternidad contra el Rey Juan Carlos después de que abdicara y por tanto su figura dejara de ser inviolable.
La demanda de Solà fue rechazada directamente, mientras que la de la belga sí fue admitida. Sin embargo, el padre de Felipe VI recurrió y el Supremo archivó la demanda, por lo que todo quedó en nada. Albert Solà, que llegó a publicar su biografía y reconoció en una entrevista con Bekia que se imagina que él fue "un as en la manga. Una vez Felipe ya era mayor de edad, eso se fue desvaneciendo, pero no quitó la vigilancia hacia mí". Comentó además que reconocía como hermana a Paola, hija de Olghina de Robilant, amor de juventud del Rey Juan Carlos: " Yo para mí, Paola es hija de Olghina de Robilant y del Rey Juan Carlos. Yo la reconozco como hermana. Que yo sepa vive en Estados Unidos y no tenemos relación". Albert Solà falleció repentinamente el 8 de octubre de 2022 en La Bisbal d'Empordà, Girona, localidad en la que residía.
Lo que parecía haber quedado en la nada fueron unas palabras de Pilar Eyre en 'Chester', donde confesó a Risto Mejide: "Tú crees que tiene tres hijos el Rey Juan Carlos, ¿no? Son Felipe, Elena y Cristina. Pues a lo mejor no son solo tres. Es una persona conocida, de una familia superconocida de la aristocracia española. Podrían ser portada de revistas muy prestigiosas", señaló la periodista.
En febrero de 2023 volvió a insistir en TV3: "Es una señora conocida de la sociedad, tiene más o menos la edad de Felipe y es hija de una pareja de la aristocracia. Ha sido portada de revistas. Cuando se casó ocupó portadas de revistas. En Madrid, que es donde vive esta persona, todo el mundo lo sabe porque la madre es la primera que estaba orgullosa de decir que su hija era del Rey Juan Carlos y lo contaba. Decía: '¿Has visto cómo se parece a sus hermanos?' Incluso el padre, que tenía título y era una persona muy conocida de la sociedad madrileña, contaba también con orgullo que uno de sus hijos era hija del Rey. " No lo podía contar porque como no lo han contado en público, no puedo contarlo ", añadió Pilar Eyre, que no reveló la identidad de esta hija secreta.
La periodista sostenía que esta era la verdadera hija ilegítima del Rey Juan Carlos, y no Solá ni Ingrid Sartiau. Sus palabras se han visto corroboradas con el lanzamiento del libro 'King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I', de José María Olmo y David Fernández, donde se asegura que efectivamente el Rey Emérito tuvo una hija fuera del matrimonio. Se trata de una mujer, aristócrata, casada y con un hijo y de nombre Alejandra.
Esta persona nació poco después de que lo hiciera Felipe VI fruto de la relación entre el Rey Juan Carlos y una aristócrata. El asunto se ocultó a la opinión pública, pero cuando Alejandra creció, se enteró de la verdad y el entonces Rey de España tuvo un acercamiento con ella. Fue afectuoso y generoso, y aunque no desarrollaron un vínculo tan estrecho como el que Juan Carlos I tuvo con sus tres hijos legítimos, sí llegó a presentar a Alejandra a personas de su entorno como hija. Preguntada por esta paternidad, el Rey Juan Carlos lo ha negado. Al contrario que su homólogo Alberto de Bélgica, no se tuvo que ver en esta situación porque Alejandra nunca ha buscado ser reconocida como hija del Rey Emérito. Lo que Alejandra quiere es seguir con su vida como si nada hubiera pasado.
El escándalo de Alberto de Bélgica
La belga Ingrid Sartiau se quedó sin ser reconocida como hija del Rey Juan Carlos. Más suerte tuvo otra compatriota que decía ser hija natural del Rey Alberto de Bélgica. Delphine Boël decía ser la hija que el padre del Rey Felipe de los Belgas habría tenido en 1968 con la baronesa Sybille de Selys-Longchamps, que estaba casada con el Conde Jacques Boël. El aristócrata siempre creyó que era el progenitor de Delphine.
La existencia de esta persona se conoció en 1999 a raíz de la publicación de una biografía no autorizada de la Reina Paola, aunque tuvo que esperar a que el Monarca abdicara en su hijo en julio de 2013 para mover ficha. Al perder la inmunidad, Delphine Boël presentó una demanda de paternidad que se resolvió en 2017. Pese a que su demanda fue admitida por el Tribunal Constitucional, fue desestimada por el Tribunal de Bruselas al ser considerada "infundada e inadmisible". Una de las razones que se esgrimieron fue que había pruebas de filiación entre Delphine Boël y su padre, Jacques Boël, que es su progenitor legal. Ella siguió luchando para demostrar que era hija de Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha... y lo consiguió.
"Su Majestad el Rey Alberto II tiene constancia de los resultados de la muestra de ADN a la que se prestó a petición del Tribunal de Apelaciones de Bruselas. Las conclusiones científicas indican que él es el padre biológico de la señora Delphine Böel ", señaló un comunicado emitido en enero de 2020. Tras siete años de lucha, Delphine lograba el reconocimiento que ansiaba y merecía. "El Rey Alberto ha decidido poner fin con honor y dignidad a este doloroso proceso", añadió el comunicado.
La cosa no quedó en un mero reconocimiento. El 10 de septiembre de 2020 reclamó poder usar el apellido de la dinastía, Sajonia-Coburgo-Gotha, y el título y tratamiento que le correspondería como hija de un Rey de los Belgas. El Tribunal de Apelación se lo reconoció, por lo que Delphine Boël se convirtió en Su Alteza Real la Princesa Delphine de Bélgica con el apellido Saxe-Coburg. Sus dos hijos, Josephine y Oscar, nacidos fruto de su matrimonio con James O'Hare, recibieron también dignidades principescas.
Y lo que pareció imposible, sucedió. El Rey Felipe de los Belgas abrió las puertas de su casa a su hermana Delphine. Tras su encuentro, emitieron un comunicado conjunto para hablar sobre su reunión: "Mensaje conjunto de Su Majestad el Rey y Su Alteza Real la Princesa Delphine. Este viernes 9 de octubre (de 2020) nos encontramos por primera vez en el Castillo de Laeken. Nuestro encuentro fue cálido. Tuvimos la oportunidad de conocernos durante un largo y rico intercambio que nos permitió hablar sobre nuestras respectivas vidas y nuestros intereses comunes. Este vínculo se desarrollará ahora en un entorno familiar".
Ese mismo mes, Delphine de Bélgica fue invitada a la residencia de Alberto y Paola de los Belgas. Los tres posaron juntos durante un encuentro tras el que hubo también un comunicado: "Este domingo 25 de octubre se ha abierto un nuevo capítulo lleno de emociones, de apaciguamiento, de comprensión y, también, de esperanza. Este primer paso abre una vía que ahora depende de nosotros seguir pacíficamente", señaló la Casa Real Belga. Por si fuera poco, Delphine de Bélgica y su marido fueron invitados a actos como el Día Nacional y el tradicional servicio religioso en memoria de los miembros fallecidos de la Familia Real Belga.
Los hijos extramatrimoniales de Alberto de Mónaco
Hay casos de royals nacidos fuera de un matrimonio que terminaron siendo legitimados, algo muy habitual para la Grimaldi. De eso sabe un rato Estefanía de Mónaco, que fue madre de Louis (1992) y Pauline (1994) cuando todavía estaba soltera. El padre de ambos era Daniel Ducruet, con el que se casó el 1 de julio de 1995 una vez Rainiero III aceptó el matrimonio. Una vez casados sus padres, Louis y Pauline Ducruet entraron en la línea de sucesión al trono de Mónaco. La que nunca entró en la línea sucesoria fue Camille Gottlieb (1998), la hija que la Princesa Estefanía tuvo con el guardaespaldas Jean Raymond Gottlieb. Siempre estuvo reconocida, pero al no haberse casado sus padres, no tiene derecho sucesorios.
Por otro lado está Alberto de Mónaco. El Príncipe se casó en 2011 con la Princesa Charlene, con la que tuvo dos hijos legítimos que están en la línea de sucesión. Se trata del Príncipe Jacques, el Heredero, y la Princesa Gabriella, nacidos el 10 de diciembre de 2014. Sin embargo, los mellizos no son los únicos vástagos de Alberto de Mónaco, que antes de conocer a Charlene de Mónaco tuvo dos hijos fruto de dos relaciones previas a su boda y que terminó reconociendo.
En 1992 nació Jazmin Grace fruto de la breve relación entre Alberto de Mónaco y Tamara Rotolo, una camarera estadounidense. Ella se quedó embarazada y dio a luz a su hija en Estados Unidos, donde siguió viviendo. En 2003 nació Alexandre, hijo del Príncipe Alberto y de Nicole Coste, una azafata togolesa. En 2005, una vez fallecido Rainiero III de Mónaco, Nicole Coste anunció que su hijo era de Alberto de Mónaco. Ya como Príncipe de Mónaco, reconoció a Alexandre en julio de 2005, y a Jazmin Grace casi un año más tarde.
Ni una ni otro obtuvieron tratamiento de Alteza Serenísima ni dignidad de Príncipes de Mónaco, ni tampoco entraron en la línea de sucesión debido a que la Constitución monegasca establece en su artículo 10 que solo los descendientes directos y legítimos del Príncipe o los hermanos del Soberano y sus descendientes pueden heredar el trono. Jazmin y Alexandre estaban reconocidos, pero no legitimados al no haberse casado Alberto de Mónaco con sus respectivas madres. Lo que sí obtuvieron fue el apellido Grimaldi, reciben dinero de su padre y establecieron una relación. Alberto de Mónaco tiene trato con ambos, y Jazmin Grace y Alexandre también conocen a sus hermanos Jacques y Gabriella.