Sin embargo, la Princesa no ha podido ser recibida por el Emperador como estaba previsto, ya que éste ha tenido que cancelar todos sus actos por enfermedad. Y es que según ha informado la Casa Imperial de Japón, Akihito ha sufrido una disfunción cerebrovascular que la ha obligado a permanecer en reposo y cancelar todos su actos; incluyendo la recepción de Ayako.
Lo cierto es que el Emperador de 84 años lleva sufriendo desde hace años diferentes problemas de salud. De hecho, en 2016 ya anunció su intención de ceder el trono al Príncipe Naruhito. Sin embargo, su Constitución obliga a aprobar una ley que lo permita y por lo tanto este trámite ha desplazado su deseo hasta 2019.
Una boda que la expulsa de la Casa Imperial
De momento, la boda está prevista que se celebre el 28 de octubre, aunque en agosto comenzarán las celebraciones en su honor. De esta manera, Ayako de Takamado se adelanta a la Princesa Mako, después de que esta aplazara su boda a 2020 debido a un deseo de "pensar sobre el matrimonio de manera más profunda y tomar el tiempo suficiente para preparar nuestra boda y la vida después de ella".