Galería: Boda del Príncipe Carlos y Lady Di
Una joven Lady Diana Spencer se convirtió de la noche a la mañana en el personaje público más querido por la sociedad británica al contraer matrimonio nada más y nada menos que con el Príncipe Carlos, el hijo mayor de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo y por lo tanto Heredero de la Corona. Su discreción, humanidad y el carácter cercano demostrado con el pueblo de Gran Bretaña le valió la consideración de Princesa del Pueblo. Y es que, su forma de ser causó una auténtica revolución entre los royals de la época, pues aunque ella también procedía de una familia noble, en ningún momento hizo alarde de ello e incluso quiso aprovechar su condición para mejorar la situación de otros.
La joven Princesa era hija de Lord John Spencer y Frances Ruth Burke Roche, hija a su vez del barón de Fermoy. Juntos fueron padres en cinco ocasiones, pero el que habría sido un hermano mayor de la Princesa murió al poco de nacer. Desafortunadamente, el matrimonio de sus padres no fue ningún camino de rosas, y a finales de los sesenta firmaron el divorcio en lo que supuso el inicio de una pesadilla para Diana y sus hermanos. En un principio, ella y Charles se fueron a vivir a un apartamento con su madre y eso les llevó a desprenderse durante algún tiempo de las comodidades que suponía su estatus nobiliario, mientras que a su vez el padre de ambos luchaba por hacerse con la custodia de todos sus pequeños. Eso les llevó a una lucha en los tribunales que, finalmente dieron la victoria al Conde Spencer, que se casó en otra ocasión con una mujer a la que ninguno de sus hijos aceptó y cuya relación estuvo llena de altibajos. Pero, ¿qué papel jugaron los hermanos Spencer? ¿ Y cómo se llevaron?
Diana Spencer
Nació en 1961 en Norfolk, el mismo lugar de Reino Unido en el que acudiría a su primera escuela, hasta que ya de adolescente se trasladó a un centro solo de niñas ubicado en Kent. Por aquella etapa la luego convertida en Princesa no era considerada una buena estudiante y a los dieciséis años su padre ordenó mandarla a un internado en Suiza en el que apenas estuvo un año. Fue entonces cuando se mudó sola a Chelsea, donde estuvo viviendo hasta los veinte años, cuando contrajo matrimonio con Carlos de Inglaterra.
A él le conoció cuando ella trabajaba en una guardería y él, sorprendentemente, mantenía una relación o algo más que una amistad con una hermana de Diana, Sarah Spencer. En aquel momento pareció no suceder nada entre ellos, pero lo cierto es que dos años después de aquel encuentro, Diana Spencer fue presentada oficialmente como la prometida del Príncipe, quien le sacaba trece años. Tiempo después la prensa británica especularía con que este matrimonio solo fue una cortina de humo del Heredero para tapar su relación con Camilla Parker Bowles, con quien, al parecer, mantuvo su romance durante su matrimonio con Lady Di.
Precisamente las sospechas al respecto de la Princesa, el escaso apoyo de la Familia Real y el acoso al que fue sometida por la prensa, y que desató en ella episodios de bulimia y auto lesiones, terminaron con su matrimonio. De esta forma, en 1992 se separaron y solo cuatro años más tarde formalizaron un divorcio que cayó como un jarro de agua fría en el tradicional conservadurismo de la institución monárquica.
Ahora bien, lo cierto es que Diana de Gales nunca fue una royal al uso : su preocupación por los más necesitados era sincera, no le importaba mancharse las manos para según qué actividades, asumió, por primera vez para un miembro de la realeza, el actual concepto de influencer y fue todo un ejemplo de madre coraje para sus hijos. El Príncipe Guillermo nació apenas un año después de que sus padres se casaran, mientras que Harry de Inglaterra lo hizo en 1985.
Su madre quiso que se criaran dentro de la mayor normalidad posible y, por ello, no dudó en hacerles partícipes de su labor benéfica y humanitaria desde que eran pequeños, de la misma forma que fue vista con ambos disfrutando de actividades cotidianas como las que haría cualquier madre con sus hijos. Ambos sentían devoción por su madre y tras su muerte se convirtieron en los mejores herederos de su implicación humanitaria.
Y es que, la Princesa Diana de Gales murió en 1997 víctima de un accidente de tráfico en París, el mismo en el que también falleció el conductor y su entonces pareja, Dodi Al-Fayed. La causa pudo ser la excesiva velocidad a la que circulaba el automóvil, quienes al parecer huían de los paparazzi en una persecución por las calles de la capital francesa. El accidente causó una auténtica conmoción mundial, pero sobre todo entre el pueblo británico, quien, a pesar de que en ese momento Lady Di ya no gozaba de tratamiento real, ellos seguían considerándola su Princesa más importante. Las muestras de afecto no cesaron en las primeras horas y ello obligó al país a organizar un funeral al más puro estilo de uno de Estado, que hizo recorrer el cuerpo de Diana de Gales por las calles de Londres, abarrotadas de ciudadanos que querían dar el último adiós a su Princesa del pueblo.
Sarah Spencer
Nacida en 1955, es la mayor de los hermanos Spencer y como ya he mencionado, la razón de que Carlos de Inglaterra y la Princesa Diana se conocieran. Se casó solo un año antes de que lo hiciera su hermana con Neil McCorquodale, primo de la segunda mujer de Charles Spencer, hermano de Lady Sarah y la Princesa Diana. Juntos han sido padres de Emily Jane, Celia Rose y George Edmund, quienes se convirtieron en el mejor apoyo tras el trágico accidente de Lady Di.
Ella junto a sus hermanos fueron los encargados de viajar desde París a Londres con el cuerpo de su hermana y, desde entonces, se convirtió en el altavoz de su hermana. Se hizo cargo de la Fundación en memoria de la Princesa de Gales, que tristemente en 2012 fue disuelta, al igual que no dudó en participar en el documental por el aniversario de su muerte. En él dedicó unas palabras especialmente dura a la prensa, a quienes acusó de haber matado a su hermana con su fervor de lograr una fotografía de ella y su pareja. Si la muerte de Lady Di fue un palo muy duro, en 2003 recibía otra dura noticia al ser diagnosticada su hija Emily de un plasmacitoma, un extraño tipo de cáncer para el que se sometió un duro tratamiento, pero del que orgullosa pudo decir que le ayudó a superar la enfermedad.
Jane Spencer
Es la mayor, y a la vez la más discreta del clan Spencer. Se casó con Robert Fellowes en 1978 y con él ha tenido tres hijos. Entre 1990 y 1999 su marido fue Secretario Personal de la Reina Isabel, lo que provocó un complicado conflicto entre Lady Jane y la Princesa Diana en aquellos convulsos años a cuenta de su separación de Carlos de Inglaterra. Dicen algunos expertos de la monarquía británica que su relación con Diana de Gales no pasaba por su mejor momento cuando esta murió y que, además de la dimensión de la tragedia, fue por ello por lo que Lady Jane quedó especialmente afectada.
Fue la encargada de dirigir unas palabras por parte de los Spencer en el funeral de su hermana y, desde entonces parecía que la tierra la había hecho desaparecer de por vida. No obstante, Guillermo y Harry de Inglaterra la hicieron resurgir públicamente el día de sus respectivas bodas, sobre todo el hijo menor de Lady Di, quien la atribuyó el honor de hacer la lectura el día que contrajo matrimonio con Meghan Markle. Y es que, ambos mantienen una relación muy especial con su tía, ya que con ella comparten labor humanitaria en organizaciones benéficas y de hecho el Príncipe Guillermo eligió a su hija mayor como madrina de la Princesa Charlotte.
Charles Spencer
Si Lady Jane es la más discreta de los Spencer, Charles es todo lo contrario. Es el pequeño y único varón de todas las hermanas, una condición que le hizo heredar el título de Conde Spencer en 1992, cuando su padre murió y él pasó el Vizcondado de Althorp a su hijo mayor Louis Spencer. Charles no solo ha sido el mediático de la familia, sino que de hecho ha sido el más polémico por el comportamiento que habría tenido con su hermana en la época más delicada de esta. A él le han acusado de darle la espalda a Diana de Gales cuando esta le pidió refugio en la residencia Althorp, de la misma forma que no dudó en tachar a su propia hermana de manipuladora.
El Conde Spencer se casó por primera vez en 1989 con Victoria Lockwood, cuyo matrimonio duró ocho años en los que nacieron sus cuatro hijos: Lady Kitty Spencer, que intenta hacerse un hueco como modelo, las también polémicas gemelas Eliza y Amelia y el ya mencionado Louis Spencer. En 2001 volvió a pasar por el altar, esta vez con Caroline Hutton, con quien tuvo otros dos hijos en los seis años que duró su unión. Ahora bien, en 2011 sorprendía casándose con Karen Villeneuve, con quien ha tenido su séptima y última hija.
De él es del único que se conoce una trayectoria profesional, concretamente como periodista en diferentes medios británicos. Ha trabajado para la diversos programas de la NBC, así como ha escrito para periódicos de gran relevancia en Reino Unido como fueron The Telegraph, The Guardian, The Daily Telegraph e incluso para Vanity Fair.
Así son y así se llevaron los hermanos Spencer
Es cierto que tras la muerte de Diana de Gales se quiso transmitir una imagen de unidad entre los cuatro Spencer, pero lo cierto es que mientras ella estuvo viva, la relación con sus hermanos estuvo permanentemente salpicada por la polémica. Por un lado, hay quienes dicen que Lady Sarah nunca perdonó a su hermana que fuera ella la que finalmente terminara casándose con el Príncipe Carlos de Inglaterra. Hoy día ella dice estar orgullosa de haber hecho de cupido entre ambos, y la verdad es que además llegó a convertirse en la persona de confianza de su hermana, por lo que acerca de la relación entre ambas nadie ha sabido dibujar un patrón exacto.
Con Jane Spencer (hoy Jane Fellowes) parece que la relación sí fue algo mejor, pero el hecho de que su marido fuera el hombre de confianza de la Reina durante todo el proceso de divorcio entre Lady Di y el Heredero no sentó demasiado bien a su hermana, que dicen quizás habría necesitado cierto posicionamiento por parte de su hermana mayor. Si bien en vida quizás no se entendieron a la perfección, tras su muerte, Lady Jane sí logró ser un pilar esencial para los hijos de esta, concretamente del Príncipe Harry, quien considera a su tía como una segunda madre.
Y es que, sin lugar a dudas, la relación más complicada de la Princesa del pueblo fue con Charles Spencer, quien confesó muchos años después que no fue capaz de ayudar a su hermana cuando esta vivió su etapa más complicada. Estos testimonios provocaron la animadversión de sus sobrinos, los Príncipes Harry y Guillermo, quienes si bien le invitaron a sus enlaces con el único objetivo de tener a su madre presente, en el caso del marido de Meghan Markle, lo cierto es que no quiso contar con él para el bautizo de Archie Harrison, en cuyas instantáneas oficiales sí pudimos ver claramente a Jane Fellowes y Sarah McCorquodale.