El Viaje de Estado de los Reyes de España a México ha terminado. Se trató de un traslado muy especial, ya que es el segundo Viaje de Estado de Don Felipe y Doña Letizia desde que comenzó su reinado, y el primero a un país iberoamericano, el más poblado de los hispanohablantes, y con el que España tiene una relación muy cercana y estrecha.
Don Felipe y Doña Letizia arribaron a tierras aztecas el pasado lunes en el aeropuerto internacional Benito Juárez. La pareja real llegó a bordo del avión de la Fuerza Aérea Española en el que viajaron junto al Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación José Manuel García-Margallo. Del aeropuerto fueron a realizar una ofrenda floral ante el Monumento de los Niños Héroes en el Bosque de Chapultepec, donde fueron recibidos oficialmente con un ceremonia de bienvenida en el Campo de Marte por el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera.
Los Reyes se reunieron con el jefe del Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera. Allí, Mancera les nombró 'Huéspedes Distinguidos', les impuso las medallas que los acreditan como tales y les entregó un pergamino y la llave de la ciudad. Por la noche, el Palacio Nacional acogió una cena de gala en honor al Monarca y a su consorte, donde la Reina Letizia dio una lección de estilo a la Primera Dama de México.
La jornada del martes, la segunda de los Reyes en México durante su Viaje Oficial, se presentaba repleta de actos. Para la intensa jornada la Reina lució un look elegante y cómodo de Nina Ricci y Prada con los que estaba espectacular. La Reina, en solitario, acudió a un encuentro con la Alianza Iberoamericana de Enfermedades Raras (ALIBER). Al otro lado del Atlántico, Doña Letizia demostró, una vez más su apoyo a la gente que sufre alguna de estas enfermedades.
Durante el encuentro fue informada de las conclusiones del III Congreso de la organización, celebrado en la localidad mexicana de Guadalajara. Finalizado el acto Doña Letizia se reunió con Don Felipe para presidir el Foro Empresarial España México, en el que estuvieron acompañados del presidente Enrique Peña Nieto y su mujer, Angélica Rivera. Durante el acto, el Monarca pronunció un discurso en el que recordó los "sólidos cimientos" y "múltiples facetas" en los que se fundamentan los vínculos entre ambos países.
Además puso en relieve que a pesar de la crisis económica que han vivido ambos países "los intercambios y la colaboración al máximo nivel, siguen siendo una constante y cada vez se ven más fortalecidos". Subrayó que España es el segundo país inversor en México, con más de cinco mil empresas implantadas en ese país. "Empresas españolas y mexicanas resultan ser un excelente binomio en términos de trabajo y de resultados", afirmó el Rey.
Las actividades continuaron en el Senado de la República, con una Sesión Solemne de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la que intervino Don Felipe. El Rey agradeció la oportunidad de intervenir en la sesión del Senado, algo reservado a los mandatarios más importantes. Quiso reconocer al país azteca el ser "una de las grandes democracias del mundo. Un país dotado de un sistema político abierto y vibrante y de unas instituciones sólidas". Además recordó que España y México tienen en común " la primera gran experiencia constitucional que mexicanos y españoles compartimos : la de Cádiz de 1810 que condujo a la aprobación de la Constitución de 1812". Finalizada la Sesión y tras una agotadora mañana los Reyes compartieron un almuerzo en la Residencia de la Embajada de España. Allí se reunieron con personalidades de la sociedad mexicana, además del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Si durante la mañana del martes la jornada fue completamente maratoniana, después de comer, los Reyes se dedicaron a un acto lleno de carácter simbólico para ambos países. Tras compartir un almuerzo en la Residencia de la Embajada de España con personalidades de la sociedad mexicana, los Reyes acudieron al Antiguo Colegio de San Idelfonso, donde firmaron el acuerdo de implantación del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE).
Para la ocasión la Reina Letizia se cambió de ropa y, al igual que por la mañana, apostó por el color rojo. Estrenó un conjunto de Felipe Varela compuesto por una blusa en seda marsala con manga francesa y una falda lápiz blanca con estampado en color marsala, también confeccionada en seda. Durante su discurso el Rey Felipe felicitó a las entidades por la iniciativa y deseó el mayor éxito al SIELE "para que con el impulso de todos los países hispanohablantes se extienda pronto por el ancho mundo, ayudando a que nuestra lengua sea instrumento de comunicación al servicio del mejor entendimiento entre los pueblos, y, en definitiva, de la justicia, la libertad y la paz". El ajetreado martes terminó con un encuentro con la colectividad española residente en México en la sede de la Beneficencia Española.
Don Felipe y Doña Letizia visitaron en su última jornada la ciudad colonial de Zacatecas, parada del Camino Real de Tierra Adentro. Allí fue donde el Monarca tuvo unas palabras de agradecimiento por el cariño y la acogida recibida: "Han sido tres días que nos han permitido conocernos más y comprendernos mejor a través de la historia, de la lengua y de la cultura". En sus palabras de despedida también mencionó los fuertes lazos económicos y empresariales entre ambos países.
La Reina siente un cariño especial por el país azteca y es que, después de todo, ella vivió allí durante algún tiempo, antes de conocer a don Felipe. Así, mejor que nadie conoce sus costumbres y su cultura en general. Durante esta última jornada, Doña Letizia eligió para vestir un chaquetón rosa pastel, que acompañó con unos pantalones blancos a juego con su blusa. Dejó su melena suelta, aunque con marcadas ondas. Por su parte, Don Felipe acudió sin corbata por recomendación de su anfitrión.
En Zacatecas, fundada en tiempos de su antepasado el Emperador Carlos V, Don Felipe recordó que esta ciudad fue la puerta hacia el Camino Real de Tierra Adentro y unió la Ciudad de México con la de Santa Fe. Allí, visitaron el Museo Virreinal de Guadalupe, que acogió el convento franciscano de donde partieron las misiones evangelizadoras al norte de México. En esa jornada visitaron la exposición fotográfica "Camino Real de Tierra Adentro".
Acompañados por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera, los Reyes contemplaron los lienzos que allí se exponen de los franciscanos y admiraron la biblioteca del convento, en la que se conservan 8.000 volúmenes, el más antiguo de 1529. Tras almorzar con el mandatario mexicano y su esposa, los Reyes ofrecieron una recepción en el Hotel Quinta Real a unos 120 españoles residentes en Zacatecas. Este fue su último acto, antes de dirigirse hasta el aeropuerto para tomar un avión que les trajo de regreso a España, donde les esperaban sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.